Al menos dos personas, un bebé y un adolescente, murieron a consecuencia de la tormenta eléctrica que golpeó el Gran Asunción y áreas del departamento Central, que además dejó a unas 300 mil personas sin luz.
Según el Cuerpo de Bomberos del Paraguay, un bebé de tres meses falleció ahogado en el interior de su vivienda, en la ciudad de Capiatá, inundada por el agua.
Además, un adolescente de 14 años murió cuando una riada derrumbó la pared de su vivienda, en el Bañado Norte, uno de los barrios de Asunción más expuestos a la crecida del río Paraguay.
La tormenta colapsó el servicio eléctrico de grandes zonas metropolitanas, algunas de las cuales también se quedaron sin agua potable, y derribó multitud de árboles y vallas publicitarias y originó grandes atascos de tráfico.
Víctor Romero, presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), dijo que un total de 119 alimentadores de energía de 23 mil voltios quedaron fuera de servicio por el temporal.
Posteriormente, Romero pidió paciencia a la población y explicó que la prioridad del ente consiste en trabajar para la reanudación del servicio eléctrico en hospitales y centros de salud.
La tormenta registró ráfagas de viento de cerca de 100 kilómetros por hora y hasta 70 milímetros de lluvia caída en la capital y su área metropolitana.
El río Paraguay a su paso por Asunción alcanzó los 5.50 metros de altura debido a las lluvias registradas en la última semana, un nivel considerado crítico para la inundación, lo que obligó al desalojo de varias familias que habitan en los llamados Bañados, el cinturón de barrios ribereños empobrecidos de la capital.
Las lluvias caídas en Asunción desde el último fin de semana, y especialmente la fuerte tormenta de esta madrugada, se atribuyen al fenómeno de El Niño, que cada año azota al país con temporales de diversa intensidad.
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