Consternación se vive en la comunidad San José Las Vegas, de la cabecera de Retalhuleu, Guatemala, tras el fallecimiento del sargento primero Luis Julio Ortiz Ordóñez, de 27 años, el pasado jueves, como consecuencia de las quemaduras provocadas por una turba de mototaxistas.
El sargento era encargado de una escuadra en la base aérea del sur y ayudante de copiloto. Aunque no pudo ejercer su profesión de maestro, su sueño en el Ejército era convertirse en piloto aviador.
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Él era maestro de primaria. Hace tres años solicitó una plaza en el Ministerio de Educación, pero no se la dieron; trabajaba en una finca de hule y había ingresado al Ejército, contó Odilia Castro, esposa de Ortiz Ordóñez, quien falleció en el Centro Médico Militar, en la capital.
Tras su fallecimiento Ortiz deja en la orfandad a una niña de 2 años y uno de 4, y su esposa tiene cuatro meses de embarazo. Cada semana llegaba a la casa a descansar y me ayudaba a rajar leña. No bebía licor ni fumaba. Era una persona muy querida en la comunidad, relató Castro, con tristeza, e indicó que luego del hecho han recibido amenazas.
Homenaje
El viernes, en la Fuerza Aérea Guatemalteca, el Ejército rindió honras fúnebres al sargento, y se ofició una misa de cuerpo presente.
Después, el féretro fue trasladado a Retalhuleu, donde será inhumado en Huehuetenango.
Tarde trágica
El 16 de noviembre por la tarde, Luis Ortiz había salido de la base aérea del sur y se dirigía a su hogar. Pasó por el parque central, donde un grupo de mototaxistas manifestaba por la ola de delincuencia. El militar grabó con su celular la protesta y fue confundido por los pilotos, que lo vapulearon y quemaron.
PRENSA LIBRE