El papa Francisco dijo el jueves a líderes cristianos y musulmanes en Kenia que no tienen otra opción que la del diálogo para protegerse de los atentados «bárbaros» de extremistas islámicos que han sacudido al país. Indicó también que deben ser «profetas de la paz».
Francisco se reunió con un pequeño grupo de líderes religiosos de Kenia antes de celebrar su primera misa pública en el continente, una alegre celebración en un día lluvioso a la que asistieron aproximadamente 300.000 fieles, incluido el mandatario del país. El papa argentino, que nunca había visitado África, pudo ver a cantantes que ululaban en swahili, monjas que se meneaban al ritmo de la música, miembros de la tribu masai y bailarines tradicionales en la misa celebrada en terrenos de la Universidad de Nairobi.
En su primer día completo en Kenia, Francisco recibió una ruidosa bienvenida de la multitud desde su papamóvil abierto, mientras unos 10.000 agentes de policía servían de guardia de seguridad. Algunas personas se encontraban en la universidad desde las 3 de la mañana a pesar de la lluvia intensa que transformó el terreno en un lodazal. Otros hicieron colas de hasta tres kilómetros para acercarse al lugar.
Pero no hubo ni de lejos las 1,4 millones de personas que habían previsto las autoridades al declarar feriado nacional el jueves. El Vaticano había pronosticado que asistiría medio millón de personas, pero probablemente el mal tiempo arredró a muchos.
En su homilía, el pontífice apeló a los valores familiares tradicionales, pidió a los kenianos que «resistan las prácticas que fomentan la soberbia en los hombres, lastiman o humillan a las mujeres, descuidan a los ancianos y amenazan la vida de los inocentes por nacer».
Francisco se dirigía luego a la sede regional de la ONU en Nairobi para pronunciar un discurso sobre temas ambientales. El viernes continuará su viaje a Uganda.
Horas antes, se reunió con unos 25 representantes de las diversas religiones: anglicanos, protestantes, cristianos, musulmanes, sijs, hindúes y judíos.
El pontífice insistió en que la religión nunca puede ser utilizada para justificar la violencia, y lamentó que «con demasiada frecuencia los jóvenes están siendo radicalizados en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo, y para desgarrar el tejido mismo de nuestras sociedades».
Indicó que el diálogo interreligioso no es un lujo o algo optativo, sino simplemente «esencial».
Francisco partirá el viernes rumbo a Uganda en la segunda etapa de su primer peregrinaje por África.
La población de Kenia, una excolonia británica, es cristiana en su mayor parte. Aproximadamente el 10% de los habitantes son musulmanes.
NAIROBI, KENIA (AP)