Francia era sacudida el viernes por ataques múltiples y casi simultáneos en lugares de esparcimiento en París, con reportes de medios de al menos 40 personas muertas y de rehenes en una sala de conciertos de la capital.
Los ataques con armas de fuego y bombas ocurren cuando el país, uno de los fundadores de la coalición contra el Estado Islámico que encabeza Estados Unidos, estaba en estado de alerta antes de una conferencia mundial sobre clima que se inaugura a fines de mes.
Fuentes occidentales de seguridad dijeron que sospechan que un grupo islámico militante está detrás de la masacre.
Al menos dos explosiones se escucharon cerca del Stade de France donde las selecciones de fútbol de Francia y Alemania jugaban un partido amistoso, al que asistía el presidente francés Francois Hollande.
El partido se jugó hasta al final, pero hubo tensión entre la multitud cuando se esparcieron las informaciones sobre los ataques. Los espectadores fueron retenidos en el estadio y espontáneamente se reunieron en la cancha.
Los reportes hablaban de al menos cuatro tiroteos distintos en París, uno de los cuales devino en una toma de rehenes en una popular sala de conciertos de rock, dijo un testigo.
La cadena de televisión TF1 dijo que hasta 35 personas murieron cerca del estadio de fútbol, incluyendo dos suicidas sospechosos de portar las bombas, en el barrio de Saint Denis, en el zona norte de París.
Helicópteros de la policía sobrevolaban el estadio mientras Hollande era llevado al Ministerio del Interior para atender la situación.
Hollande convocó a una reunión de emergencia de su gabinete tras los ataques y el municipio de París pidió por Twitter a los ciudadanos que se mantuvieran en sus casas.
En una breve declaración televisada, Hollande dijo que declarará un estado de emergencia en el país y el cierre de sus fronteras.
Tiroteos se produjeron a media tarde en el centro de París, fuera de un restaurante de comida camboyana en el décimo distrito de la capital y en la sala de conciertos Bataclan, donde transeúntes eran evacuados mientras comandos de elite de la policía tomaban posiciones.
Varios testigos dijeron a canales de televisión que hasta 60 rehenes permanecían retenidos al interior del popular recinto de conciertos.
«Hay mucha gente aquí. No sé qué está ocurriendo», dijo una testigo en medio de sollozos, quien se identificó sólo como Anna, al canal de televisión BFM afuera de la sala Bataclan. «Es horrible. Hay un cadáver allí. Es horrible», agregó.
En otra zona, la policía cerró un área amplia en torno al restaurante Petit Cambodge, donde testigos dijeron que hombres armados con fusiles de asalto Kalashnikov dispararon contra las personas a través de las ventanas, provocando múltiples muertes.
«Yo iba camino a (la casa) de mi hermana cuando escuché los disparos. Luego vi a tres personas muertas en el suelo, sé que estaban muertos porque estaban en bolsas plásticas», dijo el estudiante Fabien Baron a Reuters.
También hubo reportes de un tiroteo en la calle Charonne en el undécimo distrito y en el centro comercial Les Halles en el centro de la ciudad.
Nadie se atribuyó inmediatamente la responsabilidad de los ataques en París, que ocurrieron pocos días después de atentados reivindicados por milicianos del Estado Islámico en un distrito chií del sur de Beirut, en el Líbano, y luego de que un avión de turistas rusos se estrelló en la península del Sinaí, en Egipto.
Anteriormente el viernes, Estados Unidos y Reino Unido dijeron que habían lanzado un ataque en el pueblo sirio de Rakka contra un militante del Estado Islámico conocido como «Yihadista John», pero no había certeza sobre si el hombre había muerto.
PARÍS (Reuters)