Más pequeña de lo habitual, con apenas seis milímetros de longitud, tonalidades crípticas y unas avanzadas técnicas de caza; capaz de capturar a su presa en pleno vuelo y someterla hasta ingerirla. Así es la«Paraphamartania Guadarramensis», la nueva especie de mosca encontrada en la Sierra de Guadarrama. El hallazgo, aunque pueda parecer lo contrario, es fruto de una investigación improvisada, accidental, pues se dio con este ejemplar inédito gracias a la fotografía casual de una aficionada.
Piluca Álvarez Fidalgo, fotógrafa y entomóloga (que estudia a los insectos) amateur, captó a la nueva mosca en junio de 2014, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha determinado a ciencia cierta que se trata de un nuevo especimen. «Es posible que haya sido su color, que no destaca entre las piedrecitas del terreno, junto con su pequeño tamaño, lo que le haya hecho pasar desapercibida», indicó Álvarez Fidalgo a este periódico.
Los estudios en torno a la mosca se han hecho a través del portal web biodiversidadvirtual.com, una comunidad de socios creada en torno a la fotografía y la naturaleza en todos sus ámbitos y concepciones. Así, focalizado el insecto, la descubridora subió la imagen a la plataforma, siendo analizada posteriormente por diversos expertos en la materia. El hallazgo fue publicado entonces en la revista BV news Publicaciones Científicas, donde sus características son explicadas junto a otro ejemplar inédito, encontrado en Portugal y de similares particularidades.
Inofensiva para el ser humano
La «Paraphamartania Guadarramensis», según detalló Piluca Álvarez a este periódico, pertenece a la familia de los Asílidos. Normalmente, esta especie presenta un tamaño que oscila entre los 1,5 centímetros y los 2,5, pero en su caso no pasa de los 6 milímetros. Fiel a la naturaleza de este grupo, es una ávida cazadora que actúa comoequilibrio para las poblaciones de insectos en la naturaleza. Su ataque siempre es el mismo: capturan a sus presas en pleno vuelo y, acto seguido, les inyectan un fluido salivar que disuelve los tejidos de la víctima, a la cual absorben. No obstante, aunque esta descripción invite a lo contrario, son completamente inofensivas para el ser humano.