Sentir que esa persona que en secreto te gusta te está mirando y voltear para asegurarte que así es, que te está viendo, no es una casualidad. Tampoco significa que tu destino es él o ella, un milagro o una jugada de Cupido.
Eso tiene un nombre y se llama fenómeno de la persiana, un término creado por el investigador Larry Weiskrant en 1974. Es básicamente sentir la mirada de alguien sobre tí, aunque no lo veas de manera directa. ¿Es real? Completamente, y se ha estudiado bastante al rededor de ello.
Las conclusiones de investigadores del Hospital Universitario de Ginebra, en Suiza, demostraron que el cerebro continúa captando información del exterior aunque conscientemente no se percate de ello o lo vea.
Es la vista periférica la responsable de recibir esa información extra. En otras palabras el cerebro hace miles de actividades más mientras estamos concentrados en una.
Además se cree que esto tiene cierta relación con el proceso evolutivo, es es la manera en la que nuestro cuerpo revela la necesidad de ponerse a salvo en todo momento y por eso está al tanto de lo que le rodea.
Esta mirada influye mucho al momento de enamorarnos, es por eso que ocurre esa especie de juego de miradas en la que sospechas que le gustas a alguien y sientes que se conectan entre sí.
La scopaesthesia, algo parecido pero no igual
Se llama escopaestesia o síndrome de la mirada en la nuca que afecta a las personas que tienen la sensación de no estar solas, percibir la presencia de alguien o ser observadas, así lo informa el portal web El Salvador.com
