Las bebidas que sustituyen el azúcar con edulcorantes están siendo vinculadas con el aumento de la grasa abdominal, y ahora un grupo internacional ha llevado un estudio para comprobar hasta qué punto los edulcorantes sirven para mantener la línea.
Ganando peso
Meghan Azad, investigador de la Universidad de Manitoba, y sus colegas, han revisado docenas de estudios sobre los efectos a largo plazo de los sucedáneos del azúcar, tratando de detectar si había una tendencia predominante.
La conclusión es que menor número de calorías no parece ser la solución, o al menos no la única: el estudio halló que no sólo los edulcorantes artificiales eran peligrosos cuando se trataba de controlar eñ peso, sino que las personas que los bebían rutinariamente tenían un índice de masa corporal en aumento, y también tenían mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Estas conclusiones resultan preocupantes si tenemos en cuenta que casi mitad de los adultos y un cuarto de los niños consumen edulcorantes artificiales todos los días.
El problema es aún más preocupante porque muchos creen erróneamente que tomar un par de refrescos diet o light al día no es malo, casi como si se bebiera agua, y otros pueden consumir sin querer edulcorantes artificiales en productos como yogur y barritas de granola. Con todo, los autores del estudio advierten que deberían hacerse más estudios que respalden estas nociones y que expliquen exactamente qué las causa.
William Cefalu, jefe médico científico de la Asociación Americana de Diabetes, que ha revisado el estudio de Azad, ha señalado que los edulcorantes artificiales siguen siendo una buena herramienta para los diabéticos que tratan de reducir los carbohidratos y administrar sus niveles de glucosa en sangre, pero advierte que es necesaria moderación, acordando que se necesitan más estudios sobre los efectos a largo plazo de los edulcorantes artificiales, sobre todo en las personas con diabetes.
Las razones para que los que toman edulcorantes aumenten su peso también podría ser meramente psicológica: al tomar bebidas light, tenderían a comer más pensando que ya están ingiriendo menos azúcares.
Pero quizá existe un proceso metabólico que ignoramos que se pone en marcha cuando se percibe el sabor dulce pero no existe azúcar. Por ahora, el mejor consejo es que los consumidores no asuman automáticamente que los alimentos endulzados artificialmente sean la alternativa más saludable.