Ser olvidadizo y no recordar detalles triviales puede ser una señal de que su cerebro trabaja de manera correcta, según recientes investigaciones científicas. Entérate de qué trata.
Esta es una idea que se ha discutido antes, pero esta reciente investigación, realizada por la Universidad de Toronto en Canadá, corrobora la teoría de que ser olvidadizo no es tan negativo.
Los expertos encontraron que el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo, la parte de nuestro cerebro asociada con la memoria, parecía promover el olvido. El propósito era hacer espacio para información más importantes y eliminar cosas más inútiles.
El profesor Blake Richards de la Universidad de Toronto, autor principal del estudio, explicó que siempre idealizamos a la persona que puede arrasar en un juego de preguntas de cultura general, pero la memoria, en realidad y aunque parezca extraño, ha de no ser capaz de recordar datos insignificantes por un motivo muy importante.
Según el especialista, el objetivo de la memoria es hacernos personas inteligentes que puedan tomar decisiones teniendo en cuenta las circunstancias, y un aspecto importante que contribuye a lograr eso es ser capaz de olvidar alguna información.
Esta es una idea que ha sido presentada antes. En 2007, los investigadores utilizaron la resonancia magnética funcional (IRMf) para monitorear los cerebros de 20 adultos sanos mientras realizaban una prueba de memoria simple. Sugirieron que las personas eran mejores recordando información contradictoria, en lugar de información fácil o repetida.
El proceso de olvido sirve para un buen propósito funcional, de acuerdo a Michael Anderson, de la Universidad de Oregon, quien detalló que el estudio en cuestión lo que ha hecho es establecer claramente la base neurobiológica de este proceso.
El estudio más reciente de Richards, con su colega Paul Frankland, no produjo ninguna evidencia experimental. En cambio, revisaron los documentos publicados anteriormente para llegar a su conclusión. Y encontraron mucha evidencia que apoyaba la idea de que el olvido es bastante útil.
Hay varios beneficios en este olvidar. Por un lado, el cerebro quiere deshacerse de la vieja información inútil, como una contraseña antigua. Si está constantemente sacando cosas viejas que ya no necesitan, es más difícil tomar una decisión concreta. También nos facilita la generalización de eventos anteriores, como múltiples visitas a una tienda, en lugar de recordar cada detalle específico de cada visita.
Un ejemplo que Richards y Frankland resaltan es un experimento donde unos ratones buscaron la salida a un laberinto. Si la salida era movida, los ratones la encontraban más rápidamente si estaban drogados específicamente para olvidar la ubicación de la antigua salida.
De manera que no debemos preocuparnos si se nos escapan algunos detalles nimios, como qué comimos la semana pasada. Nuestro cerebro hace limpieza por nosotros.
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