Un estudio detallado de la estructura y la materia muscular de los chimpancés ha revelado la causa física de que estos primates tengan más fuerza que el ser humano: se trata de una mayor proporción de un tipo de fibra muscular de contracción rápida, implicada en movimientos como saltar o empujar.
"Desde al menos la década de 1920 –explica el estudio–, se sabe que los chimpancés comunes (Pan troglodytes) difieren de los seres humanos en ser capaces de hazañas excepcionales de 'super fuerza', tanto en el medio silvestre como en cautividad". Ahora se sabe exactamente por qué y en qué medida esa fuerza es superior. Se estimaba que la fuerza de un chimpancé común era aproximadamente 1,5 veces mayor que la del homo sapiens. Este estudio establece una cifra ligeramente inferior: 1,35.
Los responsables del estudio, bajo la dirección del investigador Matthew C. O'Neill (Universidad de Arizona) sugieren que, durante el proceso evolutivo, el linaje que condujo a los humanos actuales experimentó cambios adaptativos en su musculatura, para favorecer la motricidad de una especie que ya andaba erguida y que se veía obligada frecuentemente a caminar largas distancias.
En concreto, la menor longitud de las fibras musculares en los seres humanos y la mayor proporción de fibras de reacción lenta pudieron haber contribuido a aumentar su capacidad de resistencia, en detrimento de la fuerza que sí conservaron los chimpancés.
Para la elaboración del informe se recurrió a estudios anatómicos de la estructura músculo-esquelética de chimpancés que habían sido congelados tras su muerte, así como a simulaciones informáticas del movimiento muscular. El resultado es esta nueva comprensión de las diferencias de fuerza entre primates y humanos, que aclara y matiza una cuestión largamente estudiada por la ciencia durante el último siglo.