¿Sueñan los robots con regalar rosas eléctricas?

Si no fuera por las plantas… Los vegetales son la mayor fuente de alimentación en el planeta, para humanos y para el resto de los seres vivos, al menos casi todos. También han sido uno de los ingredientes básicos en lo que a combustibles fósiles respecta. Pero debido a que cada vez hay menos bosques naturales y las reservas de combustibles se están agotando, algunos científicos se han comenzado a preguntar si es posible obtener energía de las plantas sin convertirlas en un recuerdo del pasado. 

Unos años atrás, una compañía encontró el modo de recolectar los electrones que las plantas depositaban en el suelo.

Otros avances incluían utilizar un químico llamado PEDOT para convertir a los xilemas de las plantas (las estructuras que llevan líquido y nutrientes por toda su estructura) en conductores de electricidad, pero dicho químico no lograba convertir toda la maraña de xilemas en “cables”. Ahora, un equipo finlandés, liderado por Magnus Berggren, ha desarrollado otro químico, ETE-S, que al introducirlo en el tallo cortado de una rosa, formaba un material sólido que transporta y almacena electricidad. la corriente es alimentada por el mismo principio que se puede observar cuando cortamos un tallo y lo sumergimos en líquido con colorante, para teñir la hoja.

El resultado, publicado en PNAS, es una compleja red electrónica que ocupó el tallo, las hojas y los pétalos de la rosa. Y su capacidad para transmitir electricidad es cien veces mayor que cuando se utilizaba PEDOT y también permite almacenar electricidad, algo que antes era imposible. Lo llamativo es que los expertos se sorprendieron con la efectividad del químico una vez testado en la planta: su rendimiento fue mucho mayor que en el laboratorio.

Quo informa que aunque aún será necesario mejorar el diseño y conseguir que el químico forme parte de plantas vivas, sembrar plantas es algo que no parece imposible. Y hasta podrían avisarnos si les falta agua, nutrientes o si están siendo atacadas.