RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Un total de 237 personas fallecieron en Brasil debido al brote de fiebre amarilla entre el 1 de julio de 2017 y el 28 de febrero de este año, informó el Ministerio de Salud.
"Fueron confirmados 723 casos de fiebre amarilla en el país, de los cuales 237 derivaron en fallecimiento; en total se notificaron 2.867 casos sospechosos, de los cuales 1.359 fueron descartados y 758 permanecen bajo investigación", detalló el ministerio en un comunicado.
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En el mismo periodo del año pasado hubo 576 casos confirmados y 184 muertes, pero aunque en la actualidad la cifra es más alta el ministerio destaca que la incidencia es baja teniendo en cuenta que en esta ocasión el virus circula en regiones metropolitanas con 32,3 millones de personas, cuando el año pasado la población de riesgo era de ocho millones de personas.
El ministerio subrayó la importancia de vacunarse en los estados de Río de Janeiro (sureste), São Paulo (sureste) y Bahía (noreste), donde por el momento se inmunizaron 5,5 millones de personas (el 23,2% de la población objetivo).
En lo que va del año, el ministerio distribuyó 20,2 millones de dosis para ayudar a los estados en la campaña de vacunación.
El miedo a la fiebre amarilla desató en Rio de Janeiro una matanza de monos, considerados erróneamente vectores del virus, a pesar de ser la mejor defensa contra la enfermedad, según las autoridades.
Desde inicios de año, 238 monos aparecieron muertos en este estado del sudeste de Brasil, frente a los 602 de todo el año pasado, indicaron los servicios sanitarios de la ciudad de Rio.
El 69% presentaba señales de agresión humana, la mayoría de apaleamiento o envenenamiento.
El resto pereció a causa de diferentes enfermedades, que están siendo investigadas en el laboratorio al que llegan los monos que son hallados muertos en el estado de Rio para evaluar la posible presencia de virus como el de la fiebre amarilla.