Miembros de la sociedad civil denunciaron que al menos tres mil personas VIH positivo que reciben retrovirales en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social podrían ser perjudicados en su salud por la escasez de los medicamentos.
Por su parte Aldo Dávila, presidente ejecutivo de la Asociación Gente Positiva, explicó que el desabastecimiento de retrovirales pone en peligro la vida de los afiliados del Seguro Social que son VIH positivo.
Dávila aseguró que las personas con VIH que dependen del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS, frecuentemente suspenden sus tratamientos debido a que el abastecimiento de esos medicamentos ha sido intermitente.
El entrevistado explicó que esta situación a mediano plazo deteriora la calidad de vida de los pacientes y en casos extremos acaba con su vida.
Por su parte, Ovidio Gálvez, de la Asociación Vida que aglutina a todos los pacientes de VIH que reciben tratamiento en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, dijo que de los 13 medicamentos retrovirales que receta el seguro social por lo menos ocho están escasos o inexistentes en farmacia.
“Es una muerte silenciosa para el paciente, podemos esperar que en ocho meses o un año los pacientes presenten muchos problemas de salud”, dijo Gálvez.
En este sentido, Rocío Samayoa, coordinadora de la Red Legal de Derechos Humanos, dijo a Prensa Libre que se han promovido acciones legales para garantizar la existencia de los medicamentos retrovirales, porque el desabastecimiento en el IGSS es constante.
Las organizaciones también han presentado denuncias en la Procuraduría de los Derechos Humanos para que intervengan en el tema.
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Lucía Dubón, relacionista pública del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, dijo que según los registros del instituto solamente se han presentado problemas de abastecimiento con tres tipos de retrovirales.
Adelantó que entre viernes y lunes se prevé que el seguro social sea abastecido de dos de los medicamentos Lamivudina y Maraviroc.
