Sao Paulo, 2 ene (EFE).- Un total de 99 presos continúan prófugos tras un sangriento choque entre bandas en una cárcel de Brasil, el cual dejó el lunes un total de nueve muertos y 14 heridos, informaron hoy las autoridades.
Costa Rica: Amigos de tragos asesinan a nicaragüense de tres estocadas
La policía del estado de Goiás (centro) busca desde la víspera a los reos que consiguieron huir durante el enfrentamiento entre grupos rivales en una cárcel del complejo penitenciario de Aparecida de Goiania.
La Secretaría de Seguridad Pública y Administración Penitenciaria informó hoy que 242 personas huyeron la víspera, 142 fueron capturados y 99 siguen en paradero desconocido.
A pesar de la fuga, el teniente-coronel Newton Castilho aseguró que no hay razones para que la población entre "en pánico" y recomendó "tomar medidas de seguridad normales".
La matanza ocurrió el primer día del año, después de que un grupo de presos del régimen semiabierto invadiera un pabellón en el que se encontraban reos de un bando rival que pelean por el control de tráfico de drogas, informó Castilho.
El comisario Eduardo Rodovalho, responsable por la investigación, afirmó que las víctimas fueron asesinadas de manera "cruel", pues algunos presos murieron carbonizados y dos de ellos decapitados.
"Muchos cuerpos fueron carbonizados, dos fueron decapitados y algunos tuvieron sus vísceras expuestas", explicó el comisario.
Rodovalho recordó que los presos escogieron un "día estratégico" para cometer la masacre y señaló que las autoridades están todavía investigando quiénes son los autores de los crímenes.
La presidenta del Supremo Tribunal Federal y del Consejo Nacional de Justicia, Carmen Lucia Antunes, dio hoy un plazo de 48 horas para que la Justicia de Goiás realice una inspección en el presidio y presente un informe sobre las condiciones de los presos y de la cárcel.
El episodio del 1 de enero volvió a exponer la crítica situación de las prisiones de Brasil, que en enero del año pasado vivió uno de los episodios más trágicos de su historia carcelaria con sangrientas matanzas en los estados de Amazonas, Roraima y Rio Grande do Norte, las cuales dejaron un balance de más de 130 muertos.
La peor masacre tuvo lugar hace un año en el Complexo Penitenciário Anísio Jobim (Compaj), en la ciudad amazónica Manaos, donde 56 presos murieron en una lucha entre facciones rivales, las cuales mostraron la gran influencia que tienen en el interior de las unidades y evidenciaron la inseguridad, el hacinamiento y las malas condiciones del sistema penitenciario brasileño. EFE