El grupo ambientalista Sea Shepherd denunció que pescadores derribaron a disparos a uno de sus drones de visión nocturna en el Golfo de California, en México.
Varios drones son empleados para patrullar el golfo, conocido también como el Mar de Cortés, para combatir la pesca ilegal y salvar vaquitas marinas, el focénido más pequeño en el mundo y que está en riesgo de extinción.
Los cazadores furtivos generalmente salen de noche a poner redes para atrapar totoabas, peces cuya vejiga natatoria es codiciada en China. Pero las vaquitas muchas veces quedan atrapadas en las redes para las totoabas, lo cual ha reducido la población de vaquitas a menos de 30.
Los pescadores han protestado contra Sea Shepherd en el pasado. Pero el ataque ocurrido en la Nochebuena, cuando se hicieron 25 disparos, representa "un nuevo tipo de violencia", indicó la organización ambientalista.
El grupo dijo que su dron localizó cuatro pequeñas embarcaciones que pescaban ilegalmente totoabas.
Unos hombres a bordo de tres botes fueron vistos disparando al aparato hasta que se apagó la luz. El dron luego fue clasificado como "desconectado", indicando que había dejado de funcionar.
En el pasado, los pescadores han lanzado piedras y ladrillos a los drones, exigiendo que las embarcaciones de Sea Shepherd sean retiradas. También han quemado vehículos y botes patrulla y golpeado a inspectores de la oficina de protección ambiental, pero esta es la primera vez que usan armas.
En otras partes del mundo, embarcaciones de Sea Shepherd han embestido barcos balleneros para detener actividades ilegales.
Pero en el Golfo, el grupo ha patrullado las aguas pacíficamente, buscando vaquitas muertas o vivas y redes de enmalles, para sacarlas del mar.
El trabajo de patrullaje ha sido bien recibido por al gobierno mexicano, que ha tenido problemas para aplicar leyes que prohíben el uso de redes de enmalles.