La Policía Nacional de Honduras realizó este lunes un horrendo hallazgo en el interior de una vivienda en la colonia La Haya, Comayaguela, al descubrir los cuerpos putrefactos de dos ancianos.
Las víctimas respondían a los nombres de María de Jesús Cruz (65) e Hilario Ortega (78). De acuerdo con el informe, vecinos sintieron olores nauseabundos y decidieron llamar a las autoridades.
En rápida acción, los uniformados se desplazaron al lugar encontrando los cadáveres junto a un letrero que decía: “Por no pagar la renta”.
Los policías investigan detalles del suceso para dar con el paradero de los responsables, señaló La Tribuna.
En otro caso, dos privados de libertad del Centro Penal de Támara, en el extremo norte de la periferia del Distrito Central, murieron a causa de supuestos infartos al interior de sus recintos, dictamen que familiares exigen que se corrobore en base a una investigación forense.
El primer fallecimiento se reportó el sábado anterior, con el caso de Jhonny Javier Ávila Palma (25) alias “Huevo”, preso desde hace dos años y medio, por el delito de extorsión continuada. Ávila Palma, era de oficio motorista y residía en la colonia Brisas de la Laguna en el extremo norte de Comayagüela, antes de ser capturado por la Policía.
Según familiares que reclamaron su cadáver en la morgue del Ministerio Público (MP), en primera instancia les informaron que su ser querido había muerto por ahorcamiento, pero después que había expirado por infarto. Personal de la Dirección General Medicina Forense realiza los estudios que en base a ley corresponden.
Por su parte, las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), desmintieron un hecho violento en el deceso Jhonny Javier Ávila Palma, como trascendió en algunos medios de comunicación.
Autoridades forenses también informaron de un segundo ingreso, en menos de 24 horas, desde el la cárcel de Támara, con la muerte de José Anselmo Pineda (41), originario de Talanga en Francisco Morazán.
Pineda habría muerto por un problema cardiaco, según un informe preliminar emitido por encargados penitenciarios en el momento que médicos forenses realizaban el levantamiento del cadáver.
El personal del Ministerio Público trasladó el cuerpo hasta la sala de autopsias en un intento de esclarecer las verdaderas causas.