La corta vida de una bebé de apenas nueve meses de edad se extinguió debido a que su humilde y pobre madre nunca la pudo llevar a un centro de salud, debido a la miseria en que vive. Por esta razón, la pequeña no recibió atención médica a tiempo, pese a presentar una neumonía profunda, anemia crónica y fiebre intensa.
Por “la falta de pisto con esta muchacha, no la trajimos a tiempo al centro de salud y cuando yo acudí a traerla, la niña en el camino se nos murió”, reiteraba doña Gloria Marina Raudales, abuela de la bebé, Yoselyn Fernanda Arguijo Gonzales, originaria y residente de un sector montañoso de Agalteca, municipio de Cedros, Francisco Morazán.
La abuela recordó que “la niña tenía como 15 días de estar enfermita, y cuando vimos que se le reventaron los labios y cayeron los dientitos vimos que era grave, porque esa es una enfermedad fuerte y el que no tiene pisto, deja morir a los hijos”, gritaba angustiada la abuela de la niña muerta.
Otro de los puntos para que la madre no haya asistido a tiempo a revisar el estado de salud de la menor es porque vivía en una parte lejana y para llegar al centro de salud más cercano había que caminar hasta cinco horas, según testimonios de los familiares.
En tal sentido, la madre y abuela, al ver que la bebita se estaba muriendo, el lunes anterior decidieron acudir al centro de salud de Cedros, pero cuando iban en camino y a pie, llegaron a un sector donde encontraron una patrulla policial.
Las dos mujeres solicitaron el apoyo de los uniformados, quienes subieron a la convaleciente menor a una patrulla. Cuando iban en el camino, se dieron cuenta que ya no presentaba signos vitales, sostuvo La Tribuna.
Por tal razón, los agentes decidieron trasladar el cadáver hacia la morgue capitalina.