La huida de salvadoreños a EE.UU. continuará si no se atienden “decisivamente” las razones que obligan a los jóvenes a ingresar a las pandillas, dijo a Efe José Miguel Cruz, uno de los autores de un informe divulgado hoy por la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El estudio, presentado en Washington, es el primero realizado por una universidad estadounidense en El Salvador, donde fueron entrevistados 1.200 pandilleros y expandilleros de la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, que se han expandido en los últimos veinte años en ese país centroamericano.
“Las pandillas juveniles contemporáneas son mucho más numerosas, su presencia se ha extendido a lo largo de la mayoría del territorio, y sus actividades son significativamente más violentas, estratégicas y complejas”, resalta el informe.
Cruz, director del Centro Kimberly Green para Latinoamérica y el Caribe de FIU, precisó que de ser jóvenes que vagaban por las calles y cometían fechorías se convirtieron en grupos más estructurados y violentos.
Sin embargo, explicó que pese a ese fortalecimiento, el informe halló que las razones para unirse a estos grupos de extorsionistas siguen siendo las mismas.
“Las motivaciones son familias muy problemáticas y falta de oportunidades”, indicó este salvadoreño experto en criminología y pandillas.
Para el investigador, si no se atienden estas problemáticas de forma “decisiva”, no se podrá detener la inmigración de niños, jóvenes y familias a Estados Unidos, como la oleada de salvadoreños, guatemaltecos y hondureños que en 2014 creó una “crisis humanitaria”.
Explicó que el informe fue encomendado en 2016 por el Gobierno federal estadounidense como parte de los estudios para determinar las condiciones de violencia que llevaron a la migración de más de 68.000 menores en 2014.
El estudio subraya que muchos pandilleros carecen de la educación necesaria para convertirse en miembros productivos de la sociedad, algunos son adictos a las drogas, al alcohol o sufren problemas psicológicos, además de los antecedentes criminales que tienen muchos de ellos.
Cruz agregó que la situación se empeora con un sistema judicial demorado y un sistema penitenciario con altas tasas de encarcelamiento y hacinamiento.