Santo Domingo, 29 mar (EFE).- El Gobierno dominicano dispuso hoy que unidades élite de los organismos de seguridad se integren a las tareas de prevención y persecución del delito que realiza la Policía Nacional, justo cuando el país es sacudido por una ola de violencia que ha causado alarma en la población.
En conferencia de prensa, los responsables de los ministerios de Interior y Policía, Defensa y de la Policía Nacional, anunciaron la implementación de retenes aleatorios en los puntos críticos identificados por las autoridades como los de mayor índice de criminalidad.
El director general de la Policía, Nelson Peguero Paredes, destacó que las unidades "Swat", "Linces" y "Topos" se añadirán a las que patrullan las calles, y que, de manera particular, sus agentes pondrán especial atención a los ocupantes de motocicletas, puesto que es en este tipo de vehículos en los que se comete la mayoría de los atracos y robos a mano armada.
El general Peguero Paredes aseguró que más de 7.000 tropas y agentes policiales se integrarán a vigilar las calles y sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, con la intención de reducir la delincuencia.
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De su lado, el ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem, advirtió que las autoridades serán "enérgicas" contra la delincuencia, pero respetando siempre los derechos de las personas para llevar la paz que reclama la ciudadanía.
Mientras, el ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, aseguró que desde el Gobierno se comparte la "legítima preocupación" de la ciudadanía por los actos criminales, por lo que prometió que se dará respuesta "contundente" al delito.
Destacó que las acciones, que serán puestas en práctica de inmediato, se mantendrán de manera permanente "porque los delincuentes no tienen derecho a mantener en zozobra a la población".
La comparecencia de esos funcionarios se produce en medio de una ola de atracos por parte de delincuentes comunes.
También, policías y militares han sido asesinados en los últimos meses para robarles sus armas de reglamento, mientras crecen los reclamos en el país de que el Gobierno reaccione ante la creciente criminalidad.