Un taxista informal, identificado por las autoridades como Gerardo Ortiz, fue hallado sin vida en medio de un charco de sangre dentro de un vehículo que estaba en el sector de Santo Domingo de Belén en Carrillo, Guanacaste.
La víctima era de la dinastía de “los Chegüevos” y presentaba múltiples lesiones de gran profundidad en el cuello y el pecho, las cuales le hicieron perder el control del carro marca Hyundai color negro que se salió de la oscura y desolada carretera de piedra por la que transitaba.
Fuentes confidenciales mencionaron que Ortiz había montado dos sujetos que le solicitaron un servicio, uno se sentó a su lado y el otro atrás. Sin embargo, a medio camino, el que iba atrás, sin mediar palabra, sacó un cuchillo y le cortó el cuello.
Al parecer, el otro también ayudó a asesinarlo, luego ambos se marcharon sin que hasta ahora la policía logre ubicarlos, por lo que no se descarta que sean de la zona; no obstante, allegados aseguraron que no tenía problemas con nadie.
Un vecino que pasaba por el lugar fue quien divisó el auto que había quedado sobre una pequeña loma, adentro estaba la víctima en el asiento del conductor recostado de medio lado y presentaba un profuso sangrado, por lo que dio aviso a la policía que custodió la zona.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron las pesquisas respectivas y posteriormente levantaron el cuerpo para efectuar el traslado hasta la Morgue donde le harán los exámenes respectivos.
Versiones extraoficiales mencionaron que el taxista era oriundo de Río Cañas, sin embargo vivía en el sector de Villita de Belén y no se descarta, por el tipo de heridas, que pudiera haberse quitado la vida, por lo que el caso está bajo investigación para determinar con exactitud lo sucedido.