La UEFA eligió el miércoles a Aleksander Ceferin para suceder a Michel Platini como presidente del ente, sustituyendo a una figura histórica del fútbol europeo por un desconocido abogado esloveno.
Ceferin, de 48 años, completará el mandato de cuatro años de Platini al frente del organismo, que expirará en 2019. El ex capitán de la selección francesa está inhabilitado por la FIFA para ejercer cualquier cargo relacionado con el deporte por recibir un pago inapropiado.
Antes de que Ceferin venciera por 43 a 12 al vicepresidente de la UEFA, el holandés Michael van Praag, en la votación celebrada en Atenas, el juez de ética de la FIFA concedió un permiso especial a Platini para despedirse de los líderes del fútbol europeo. El francés aseguró a los delegados de la UEFA que tiene la «conciencia tranquila» sobre la legitimidad de los dos millones de francos suizos (2 millones de dólares) que recibió de la FIFA en 2011 y que llevaron a su caída cuatro años más tarde.
Después de que Platini fue suspendido inicialmente en octubre por la FIFA, se abrió un vacío político en el fútbol europeo el cual fue capitalizado por los clubes de élite para influenciar el futuro de la Liga de Campeones. El reto inmediato de Ceferin es sanar las fracturas creadas por un acuerdo secreto, al cual él se opone, para incrementar las plazas garantizadas en la fase de grupos de la Champions League para los equipos de las poderosas ligas de Inglaterra, España, Alemania e Italia.
«Lo más importante es devolverle a la UEFA ese liderazgo que con claridad no hemos tenido desde que Michel Platini tuvo que dimitir el año pasado», opinó el vicepresidente de la UEFA, David Gill.
Con sólo dos años y medio antes de tener que renovar su mandato, Ceferin tendrá poco tiempo que perder para convencer a los miembros de la UEFA que lo correcto era confiar en alguien con sólo cinco años de experiencia alrededor del organismo rector del balompié europeo para darle su cargo principal.
«Algunas personas pueden haber dicho que no soy un líder, que soy demasiado joven e inexperto para convertirme en el próximo presidente la UEFA», manifestó Ceferin, padre de tres hijos de Liubliana. «No porque repita una y otra vez, alto y claro, ‘Soy un líder’, se convierte uno en líder. Si tienen que hacerlo, probablemente no son líderes».
Ceferin dijo que compaginar la gestión de un despacho de abogados en Eslovenia con la presidencia de la federación de futbol del país desde 2011 le exigió ser «creativo, fuerte e inspirador».
«Se puede decir que soy joven y tengo experiencia pero, sinceramente, creo que es una falta de respeto para las federaciones pequeñas y medianas que, 365 días al año, hacen mucho con poco», agregó Ceferin.
Reinhard Grindel, presidente de la Federación Alemana de Fútbol, vio la elección de Ceferin como un voto en contra del antiguo régimen de la UEFA, incluyendo al holandés Van Praag.
«La gran mayoría mostró que muchas de las federaciones… tienen un deseo de lograr una nueva dinámica en la UEFA desde fuera del comité ejecutivo», afirmó Grindel. «Michael van Praag tuvo durante siete años la oportunidad de ofrecer muchas ideas de reformas en su trabajo con el comité ejecutivo y no lo hizo. Así que muchos de mis colegas piensan, centrados en su discurso de hoy, que es un problema decir ahora ‘Empecemos desde cero’ luego de ser parte del comité ejecutivo durante siete años».
Ceferin es el séptimo presidente en los 62 años de historia de la UEFA, que cada cuatro años organiza la Eurocopa, el torneo más rico entre selecciones nacionales después de la Copa del Mundo. Afirmó que habla cinco idiomas, es cinta negra en karate y ha cruzado cinco veces el desierto del Sahara, cuatro en automóvil y una en motocicleta.
«Mi pequeña y bella Eslovenia está muy orgullosa, y espero que un día ustedes puedan estar también muy orgullosos de mí», dijo Ceferin a los delegados de la UEFA.
El esloveno asumirá el cargo en la sede de la UEFA en Nyon, Suiza, luego de una campaña empañada por las acusaciones de que era apoyado por Gianni Infantino, el secretario general del organismo antes de ser electo presidente de la FIFA en febrero.
La campaña de Ceferin emergió en mayo, poco después de que Infantino viajó a Eslovenia para abrir un centro nacional de fútbol. Semanas después, la FIFA designó a Tomaz Vesel como auditor independiente para supervisar sus ingresos multimillonarios y el salario y bonos de Infantino. Vesel también es esloveno y juega en el equipo de veteranos con Ceferin.
Infantino dijo que era una «lástima» que las críticas insinuaran que influenció la elección de una de las seis confederaciones regionales que gobierna la FIFA.
«Esto es un insulto para la inteligencia de todas las asociaciones nacionales y aquellos que están votando», sostuvo Infantino tras la votación. «Han visto que existió un proceso democrático».
Infantino estuvo en la primera fila, aunque separado, con Platini , quien alguna vez se consideró destinado a convertirse en presidente de la FIFA.
A pesar de estar sancionado para ejercer cualquier cargo de responsabilidad o relacionado con el deporte, el juez de ética de la FIFA permitió la intervención de Platini ante el congreso de la UEFA como un «gesto de humanidad».
«Tengan claro que tengo la conciencia limpia, que estoy convencido de que no cometí el más mínimo error y que seguiré la batalla legal», señaló Platini. «Quiero dar las gracias a todos los presentes en esta sala que tuvieron la valentía y lealtad de apoyarme durante los últimos meses».
En un alto en su exilio forzoso, Platini empleó la plataforma de Atenas para destacar sus logros desde que asumió la presidencia del ente rector del futbol europeo en 2007 y aconsejar a su sucesor.
«Continúen equilibrando las realidad del deporte y los intereses económicos», concluyó.