Antoine Griezmann respondió con creces a su propia arenga de hace dos semanas y aportó dos goles y una asistencia el sábado para firmar la primera victoria del Atlético de Madrid en la liga española, por 4-0 en la cancha del Celta de Vigo.
Un poco más tarde, emergió también la figura de Cristiano Ronaldo para impulsar el tercer triunfo seguido del líder Real Madrid por 5-2 sobre Osasuna, gracias al debut en el campeonato del astro portugués, quien apenas tardó seis minutos en inaugurar el marcador.
El Atlético contaba apenas dos empates y un tanto al arranque de la tercera fecha, pero finalmente cosechó una goleada que le deja con cinco puntos y le posiciona transitoriamente en el cuarto lugar de la clasificación.
«Tenemos que espabilar», había declarado Griezmann al término de la segunda fecha, cuando el Atlético empató 0-0 contra el recién ascendido Leganés.
Y el francés enseñó el camino ante el Celta, primero con una asistencia que Jorge Resurreción «Koke» remató a gol a los 53 minutos y luego con dos testarazos a los 73 y 81 para sentenciar al equipo dirigido por el argentino Eduardo Berizzo, que sigue huérfano de unidades y figura colista.
«Teníamos que hacer un gran partido como este. Pido disculpas por mis declaraciones. Estoy muy feliz hoy. Personalmente aún me falta», comentó tras la goleada Griezmann.
La puntilla la puso el también argentino Angel Correa, quien ingresó de suplente y certificó a los 89 la paliza rojiblanca.
Tras perderse las dos primeras fechas por lesión, Cristiano saltó al ruedo ante Osasuna y le bastaron seis minutos para marcar a pase de Gareth Bale, mientras que los defensores Danilo (40), Sergio Ramos (45) y Pepe (56), más el volante Luka Modric (62) engordaron la cuenta para el Madrid, el único equipo que por ahora ha sumado los nueve puntos posibles.
Podrían alcanzarle en la cima Las Palmas y Barcelona al término de la jornada, en caso de ganar a su vez a Sevilla y Alavés, respectivamente.
La programación sabatina se completa con el cotejo Málaga-Villarreal.
Osasuna pudo recortar por vía de Oriol Riera (63) y David García (78), antes de sufrir la expulsión de Tano Bonnín por doble tarjeta amarilla.
Ni Atlético ni Celta lograron imponer su fútbol en una discreta primera mitad, y el partido siguió dormitando en la segunda hasta que lo sacudió Griezmann con un golpe de genio – y de zurdas -, desde la banda derecha: el francés ganó plácidamente un balón escorado, avistó el galope de Koke por el flanco opuesto y le sirvió un centro que el volante remató también de izquierdas, con la defensa celtiña ensimismada.
Berizzo no encontró alternativas ofensivas y la escasa presencia en cancha ajena acabó pasando también factura a la defensa local, que salvó una primera ocasión de Kevin Gameiro pero no ya el segundo arribo de Griezmann, poderoso en el remate aéreo tras cruce de Saúl Ñiguez.
Hambriento, el francés no cejó en su empeño por certificar la reacción del Atlético, y cabeceó de nuevo un servicio primoroso de Juanfran Torres para el tercer gol, antes de celebrar el cuarto empalado por Correa a pase de Koke.
Osasuna evidenció escaso potencial para dar la sorpresa en cancha del Madrid, que inauguró el marcador después de que Danilo proyectara la carrera de Bale y éste sirviera en bandeja para el reaparecido Cristiano.
Toni Kroos malogró otro arribo por la banda opuesta, y tampoco Bale atinó a pase de Alvaro Morata, mientras que los rojillos hicieron temblar el travesaño madridista en potente testarazo de Unai García.
Pero fue un espejismo, y en seguida Danilo marcó el segundo madridista tras un rechace de Nauzet Pérez, quien encajó el tercero en tiro de esquina cabeceado por Ramos, y el cuarto de Pepe de la misma manera, ya iniciada la segunda mitad.
«Recuperamos lesionados. El objetivo era ganar. Fuimos de menos a más, pero tenemos que seguir mejorando nuestro fútbol», declaró Ramos.
Sin opciones visitantes, Modric se animó con un violento zapatazo desde la media luna para firmar el mejor gol del partido, aunque no el último, pues Riera se elevó para maquillar la paliza.
Marcó otro más Osasuna, pero el árbitro decretó antes penal, que no logró transformar Roberto Torres ante Kiko Casilla. El segundo visitante sí acabó subiendo por vía de García, quien superó de cabeza al portero mediante estupenda parábola.
Con minutos de suplente Karim Benzema estrelló dos balones en la madera por el Madrid.