Aunque no tomó ningún turno al bate, ni jugó un solo inning a la defensa durante la postemporada pasada, nadie disfrutó más el triunfo de los Reales de Kansas City en la Serie Mundial del 2015 que el nicaragüense Cheslor Cuthbert.
Denis Martínez, la leyenda nica, elogia a Cheslor Cuthbert
Las cámaras captaban una y otra vez la imagen de un eufórico Cuthbert, que celebraba como si hubiera sido el héroe del clásico de octubre.
«Aquello quedará para siempre en mi memoria. Fue algo mágico ganar la Serie Mundial en mi primer año en Grandes Ligas, aunque yo no haya hecho nada. Pero ahí estaba para animar a mis compañeros», dijo Cuthbert en conversación con ESPN digital durante su visita a Miami para una serie de los Reales con los Marlins de Miami.
En su campaña de debut apenas salió a batear 50 veces y lo tomó como un adelanto de las oportunidades que le deparaba la vida.
Estas llegaron temprano en la actual temporada, cuando el antesalista titular del equipo, Mike Moustakas, sufrió la ruptura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, que le imposibilitará jugar por lo menos hasta el 2017.
«Yo en realidad ni he pensado en eso. Cada día salgo al terreno a disfrutar, a divertirme y a tratar de hacer mi trabajo, tanto al bate, como a la defensa, a aprovechar cada oportunidad. Gracias a Dios las cosas han salido bastante bien, pero no me preocupa lo demás. Si llega (el premio de Novato del Año) sería lindo, pero ahora lo importante es que el equipo siga ganando para ver si volvemos a los playoffs.» Cheslor Cuthbert.
Fue entonces que el nicaragüense se convirtió en un elemento indispensable en la alineación de los actuales campeones, como segundo hombre en la tanda.
Después de 95 partidos y casi 400 turnos, su average de .294, con 40 anotadas, 40 impulsadas y 34 extrabases lo tienen en carrera por el premio de Novato del Año de la Liga Americana.
«Yo en realidad ni he pensado en eso. Cada día salgo al terreno a disfrutar, a divertirme y a tratar de hacer mi trabajo, tanto al bate, como a la defensa, a aprovechar cada oportunidad. Gracias a Dios las cosas han salido bastante bien, pero no me preocupa lo demás. Si llega (el premio de Novato del Año) sería lindo, pero ahora lo importante es que el equipo siga ganando para ver si volvemos a los playoffs», añadió el pelotero, que en el primer día de la serie en Miami tuvo la visita de Dennis Martínez, «El Presidente», el pitcher latino con más triunfos en Grandes Ligas y mejor pelotero nicaragüense que haya pasado por las Mayores.
«Eso fue lindo. Ya nos conocíamos de antes, pero que él haya venido a verme al estadio es algo especial», reconoció Cuthbert, cuya actuación es seguida día a día por la prensa de su país, que lo apoda «El Niño».
A pesar de la larga tradición beisbolera de Nicaragua, donde el deporte de las bolas y los strikes es el principal pasatiempo, sólo 14 peloteros de esa nación centroamericana han jugado en Grandes Ligas y apenas tres están en el 2016, Cuthbert y los lanzadores Juan Carlos Ramírez y Erasmo Ramírez, de Angelinos de Los Angeles y los Rays de Tampa Bay, respectivamente.
«Creo que eso va a cambiar y van a llegar más nicaragüenses próximamente», aseguró el antesalista de los Reales. «Pienso que por años no se trabajó cómo se debía, pero las cosas están cambiando», dijo esperanzado Cuthbert, refiriéndose a los cerca de 30 compatriotas que se encuentran ahora mismo en las Menores, gracias a un programa de cooperación de Grandes Ligas con Nicaragua a través de «El Presidente».
Pero mientras sus coterráneos esperan la llamada para subir a la Gran Carpa, Cuthbert pone en alto la bandera de su país, con la esperanza de volver a la Serie Mundial y esta vez poder aportar con su bate y su guante.