P.V. Sindhu, la jugadora de bádminton de 21 años que ganó una de las dos medallas para India en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, regresó el lunes a su lugar de nacimiento en el sur del país ante los vítores de la multitud.
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Sindhu y la luchadora Sakshi Malik restauraron parte del orgullo nacional en su patriarcal nación al volver con una medalla de plata y bronce, respectivamente.
La bienvenida de Sindhu incluyó un paseo a través de Hyderabad, el centro tecnológico al sur de la India, en un autobús abierto.
Cientos de personas llenaron las calles y los políticos compitieron por sacarse selfies con la primera mujer india en ganar una medalla olímpica de plata.
Sindhu y Malik desafiaron obstáculos considerables para sobresalir como atletas, en un p
aís donde el infanticidio femenil aún es una realidad, la violencia sexual es generalizada y las niñas están por detrás de los niños en la mayoría de los indicadores de salud y educación.
Sindhu fue vencida por la española Carolina Marín en la final femenil de bádminton.
Malik, una luchadora de 23 años del estado norteño de Haryana, venció a Aisuluu Tynybekova, de Kirguistán, en la categoría de 58 kilogramos estilo libre.
Dipa Karmarkar, una gimnasta de 23 años del estado de Tripura, al noreste del país, se ubicó cuarta en la final de salto al perder el bronce por un margen escaso, pero surgió de la oscuridad para ganar millones de seguidores de regreso a casa.
Los atletas en la India enfrentan obstáculos de manera constante sin importar su género, al padecer a menudo de entrenamiento apropiado, instalaciones y equipamiento, pero las limitantes para las mujeres son aún más difíciles.
Malik es de una parte de la India que a menudo genera noticias sobre los llamados asesinatos de honor y tiene una proporción de género muy a favor de los varones. Según la información del censo, el estado de Haryana sólo tiene 834 niñas por cada 1.000 niños menores de seis años. Los abortos selectivos por sexo y una negligencia sistemática contra las niñas son culpables de la proporción de género.
El padre de Malik dijo que, cuando permitió a su hija comenzar a luchar cuando era niña, la gente se reía de él. Ha pasado mucho tiempo desde entonces: Malik fue la abanderada de la India en la ceremonia de clausura de los Juegos de Río.
El entrenador de Sindhu, Pullela Gopichand, no tuvo tapujos.
"Me quito el sombrero ante las mujeres por rescatar nuestra cara frente al mundo", afirmó Gopichand.