Sábado de lujo en Río de Janeiro. Tras varias jornadas donde la natación imperó en los Juegos Olímpicos, ahora es el turno del atletismo. Si Michael Phelps es el dio del agua, Usain Bolt es quien manda en la pista. El atleta más mediático del mundo debutó cómodamente en los preliminares de los 100 metros, la prueba estrella en la que aspira a lograr su tercer oro.
Al jamaicano se le vio relajado en su debut. Sonriente y confiado, un estadio Olímpico de Río a rebosar rugió cuando la megafonía anunció el nombre del deportista más mediático de la cita olímpica. Se concentró unos segundos hasta escuchar el pistoletazo de salida y volar.
Como era de esperar, Bolt no apretó. Controló perfectamente la carrera hasta marcar un tiempo de 10.07 segundos por la pista azul. Lo hizo con toda la comodidad del mundo por el sexto carril, controlando a sus rivales para evitar que cruzaran la meta antes que él.
El doble oro olímpico en esta prueba buscará su tercera victoria en unos Juegos, donde tendrá un duro rival como es el estadounidense Justin Gatlin, subcampeón en Londres 2012 y autor de los dos mejores cronos de este año (9.80 y 9.83), que también superó las series con holgura (10.13). En la primera de sus presumibles siete intervenciones (tres en 100, otras tres en 200 y en la final de 4×100), Bolt ha sentado las bases del espectáculo que llegará a su culmen este domingo en la final del hectómetro.
El seis veces campeón olímpico se ha propuesto en Río conseguir su tercer triplete y el reto, pese a su grandeza, no le amilana. La víspera de la ceremonia inaugural, a la que no asistió, posó bailando samba junto a esculturales brasileñas, ofreciendo, a cada segundo, oportunidades de lucimiento para los fotógrafos.
Bolt vivió una tranquila entrada en acción, en la séptima y penúltima serie. Tuvo tiempo, por tanto, de contemplar, mirando de reojo el monitor de televisión en la cámara de llamadas, las evoluciones de casi todos sus rivales.
Johan Blake, el jamaicano que heredó en Daegu 2011 el título mundial tras la descalificación de Bolt por salida falsa, dominó la sexta serie con 10.11, y fue entonces cuando irrumpió en la pista el rey del esprint, aclamado como en un circo.
Este domingo, a las 21.00, los grandes pesos del esprint corto regresarán a la pista para dirimir ocho plazas de finalista. Hora y media después estallará la gran batalla olímpica por la corona de 100 metros.