Mariana Pajón perdió la cuenta de todas las fracturas que ha sufrido. Cree que son 18 o 19, pero eso no la asusta.
La pasión por el bicicross puede más que el temor a las lesiones y Pajón está lista para buscar una segunda medalla olímpica de oro en los Juegos de Río de Janeiro, que se sumaría a la que conquistó en 2012 en Londres, cuando tenía 20 años.
«Me siento mejor, más fuerte que hace cuatro años, sin dolores. La pista de Río me gusta, es muy buena», dijo Pajón antes de cerrar la etapa de fogueo cosechando dos victorias en la Cup Series de Toronto.
El bicicross es un deporte que no perdona, y Pajón ha sufrido innumerables lesiones. En una ocasión se quebró la clavícula al estrellarse contra alguien que marchaba en vía contraria y en 2007 se fracturó la muñeca izquierda. El hueso escafoide y el radio se rompieron en ocho partes.
Los médicos opinaron que no podría volver a correr, pero regresó a la competencia como si nada y siguió sufriendo percances, incluidas nuevas fracturas en la muñeca.
«Así es el BMX, de todo se aprende, de todo esto nos levantamos más fuertes», escribió alguna vez en las redes sociales.
Los últimos accidentes importantes los sufrió en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en dos etapas de la Copa del Mundo celebradas en Inglaterra en abril y en Holanda a principios de mayo de este año.
El contratiempo en Toronto lo padeció en la final, en la que se lesionó un hombro, aunque sin sufrir fractura.
Tuvo otra caída en Manchester en la final de BMX en abril y cuando se entrenaba para la final de BMX celebrada en Papendal, Holanda, en el marco de otra etapa de la Copa Mundo, rodó y guardó reposo dos semanas.
Aún adolorida, a fines de mayo tuvo la satisfacción de triunfar en el Mundial celebrado en su ciudad de origen, Medellín, en la pista que lleva su nombre. Derrotó allí a sus bravas oponentes, la australiana Caroline Buchanan y la estadounidense Alise Post a quienes enfrentará en Río.
La popularidad de Pajón en Colombia es comparable a la de las grandes figuras del deporte nacional, como la atleta Caterine Ibargüen, los futbolistas James Rodríguez y Radamel Falcao y el ciclista Nairo Quintana. Sus admiradores se conocen como «los pajonistas».
Una de sus grandes inspiraciones es María Isabel Urrutia, medalla de oro en pesas en los Juegos de Sídney hace 16 años. De acuerdo con Pajón, se motivó enormemente con un afiche de Urrutia en el edificio que ocupó la delegación de Colombia en Londres.
«Todos los días veía esa imagen y me llenaba de confianza y seguridad. Lo primero que hice al volver (al edificio) después de la competencia fue tomarme una foto junto a la que para mí era una heroína, el ejemplo a seguir. Ya éramos dos… Dos atletas colombianas en darle a Colombia una medalla de oro en los olímpicos», escribió en la Revista Olímpica del Comité Olímpico Colombiano.
Pajón cumple la etapa final de su preparación en Sarasota, Florida, al lado de Mario Oquendo (bronce en Londres) y Carlos Alberto Ramírez, los otros integrantes de la delegación colombiana de BMX.
La bicicrosista fue la abanderada de la delegación de Colombia en la ceremonia inaugural en Londres y dijo que eso lo vivía como una segunda medalla.
Esta vez quedó tercera en la votación para elegir al abanderado, detrás del gimnasta Jossimar Calvo y de Ibargüen.