Serena Williams insistió que no estaba pensando en el 22. Dijo que no hablaría al respecto, aunque lo tenía al alcance de la mano. Ahora que finalmente lo logró, puede vanagloriarse.
Williams levantó ambos brazos y mostró dos dedos en cada mano para representar la cifra con la que empató el récord de Steffi Graf de 22 títulos de Grand Slam, después de vencer el sábado 7-5, 6-3 a Angelique Kerber en la final de Wimbledon.
«Sí, ha sido increíblemente difícil no pensar en eso. Ya lo había intentado un par de veces este año», dijo Williams durante la entrega del trofeo. «Pero la victoria es mucho más dulce al saber lo mucho que me costó».
Williams igualó la marca de Graf para la era de los Abiertos, que comenzó en 1968. Ahora sólo la supera Margaret Court, dueña del récord de todos los tiempos de 24.
La estadounidense logró su séptimo título en el All England Club, sólo superada por los nueve trofeos de Martina Navratilova, y segundo consecutivo. Su triunfo en Wimbledon el año pasado la dejó con 21 coronas de Grand Slam, pero desde entonces no había podido sumar a esa cifra.
Primero cayó ante Roberta Vinci en las semifinales del Abierto de Estados Unidos en septiembre, donde fracasó en su intento por barrer con los cuatro majors del año. Después perdió ante Kerber en la final del Abierto de Australia en enero, y frente a Garbiñe Muguruza el mes pasado en la final del Abierto de Francia.
Pero en la revancha ante Kerber el sábado, la número uno del mundo no flaqueó. Williams también ha ganado el US Open y el Abierto de Australia en seis ocasiones cada uno, y el Abierto de Francia tres veces.
Como suele hacerlo, la tenista de 34 años se impuso con su saque. Logró 13 aces, incluyendo al menos uno en cada uno de sus primeros ocho games con el saque. Ganó 38 de 43 puntos cuando metió el primer saque.
Williams encaró apenas uno punto de quiebre, cuando estaban empatadas 3-3 en el segundo set, pero apagó las luces con un par de aces de 188 y 200 kilómetros por hora, sus más veloces de la velada.
Por supuesto, Williams hizo otras cosas bien. Ante una oponente zurda contragolpeadora, la estadounidense fue mucho más agresiva en los intercambios desde la línea de fondo, forzando la acción. Esa agresividad se vio reflejada en su superioridad en los winners, 39-12.
También devolvió bien, quebrando el servicio de la alemana una vez en cada set, y ganó 16 de los 22 puntos en los que se acercó a la red.
La final se disputó con una leve brisa, pero eso no pareció afectar a Williams, mientras su hermana mayor Venus la observaba desde el palco de invitados, cerca de Jay Z y Beyonce.
Kerber, quien ha dicho que idolatra a Graf, eliminó a Venus en semifinales y no había cedido un solo set en su recorrido hasta la final. Pero en el césped que se tanto beneficia el estilo de juego de Williams, la germana no pudo seguirle el paso.
«Quiero felicitar a Serena. Realmente mereces el título, eres una tremenda campeona, una gran persona», dijo Kerber.