Cuatro participantes en el Juego de Estrellas, dos ganadores del premio al Jugador Más Valioso de la NBA. Y un compañero de lujo para los «Splash Brothers».
La decisión anunciada el lunes por Kevin Durant, para unirse a los Warriors de Golden State, estremeció la NBA. Jugadores y ejecutivos de toda la liga comenzaron a imaginarse de inmediato el poderío que ostentará este nuevo «superequipo».
«¡¡¡Es una locura!!! ¿¿¿¿KD en los GSW????», tuiteó el polaco Marcin Gortat, pívot de los Wizards de Washington. «¿Van a anotar 200 puntos por partido?»
Los Warriors eran ya una potencia antes de que uno de los anotadores más espectaculares de la NBA decidiera dejar las filas de Oklahoma City y mudarse al área de la Bahía de San Francisco. Golden State conquistó el título en 2015, impuso un récord de la temporada regular con 73 victorias en la campaña recién concluida y se quedó a un triunfo del bicampeonato, al caer ante los Cavaliers de Cleveland en el séptimo duelo de la final.
Ahora cuenta con un jugador que estuvo a punto de eliminarlo en la final de la Conferencia del Oeste
No todos se mostraron tan convencidos de que los Warriors sean favoritos para coronarse en la próxima campaña.
«Ellos todavía tendrán que llegar de un extremo a otro de la cancha», tuiteó Andre Drummond, pívot de los Pistons de Detroit, en referencia a que los Warriors perderán a su pívot australiano Andrew Bogut. «No son un equipo muy grande».
La decisión de Durant reavivó el debate sobre los astros que dejan a sus equipos para buscar un título en otro lugar. Durant pasó sus primeras nueve campañas en Oklahoma City.
Ayudó a que el Thunder llegara cuatro veces a la final de La Conferencia del Este. Oklahoma City disputó también la final de la NBA en 2012, cuando cayó ante el Heat de Miami, otro superequipo conformado cuando LeBron James y Chris Bosh se unieron a Dwyane Wade.
El propio Durant criticó la conformación de equipos multiestelares en 2010, cuando James tomó aquella decisión.
Pero después de que el Thunder no volvió a la final de la liga, pese a contar con Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka, el alero estelar optó por vestirse el uniforme del equipo que eliminó a Oklahoma City en la última serie por el título del Oeste.
«Si no puedes vencerlos, únete a ellos», escribió en Twitter Paul Pierce, alero de los Clippers de Los Ángeles.
Cuando James se marchó de Cleveland a Miami, astros como Michael Jordan, Charles Barkley y Magic Johnson cuestionaron la decisión de unir fuerzas con sus otrora rivales.
«A posteriori, no hay forma en que yo crea que haya podido llamar a Larry (Bird) y a Magic para decirles ‘oigan, vamos a unirnos para jugar en un equipo»’, dijo Jordan en 2010. «Pero ahora las cosas son diferentes. No puedo decir que sea algo malo. Es una oportunidad que tienen estos chicos. Con toda sinceridad, yo trataba de vencer a esos otros jugadores».
El bosnio Jusuf Nurkic, alero de los Nuggets de Denver tampoco coincidió con la decisión de Durant.
«Un equipo te vence, ¿y te mudas allá?», comentó en Twitter. «Las superestrellas no hacen eso».