Amedrentarse es lo menos que se puede esperar de Islandia cuando el domingo se presente ante Francia en la misma boca del lobo en la Eurocopa.
Y lo que más anhelan los islandeses es que sus rivales no dejen de subestimarles, como ocurrió con Inglaterra, a la que mandó a casa en los octavos de final.
Heimir Hallgrimsson, el dentista que funge como técnico adjunto de Islandia, habló de como los ingleses «se mofaron un poco de nosotros» previo al partido del lunes pasado.
«Fue un partido que tenían la obligación de ganar y eso tuvo un enorme efecto», dijo Hallgrimsson sobre el impactante triunfo 2-1 en Niza.
Hallgrimsson vislumbra circunstancias similares en el Stade de France, donde enfrentarán al anfitrión por una plaza en las semifinales. «Nosotros estamos serenos, vamos a jugar con nuestro mejor nivel. No sufrimos con esa clase presión de que estamos obligados a ganar».
¿Caerá Francia en esa trampa?
Por lo que pregona su técnico Didier Deschamps, Les Bleus han tomado apunte.
«No están aquí por obra de la casualidad. No le han robado nada a nadie para llegar esta instancia y merecieron vencer a Inglaterra en octavos por lo que rindieron en la cancha», señaló Deschamps el sábado.
Lo admirable de la victoria islandesa ante Inglaterra va más allá de las menciones sobre las enormes diferencias en población (el país menos habitado que compite en un gran torneo), historia (su debut internacional) y talento individual (jugadores que militan en clubes de segundo nivel) que les separan.
Abajo en el marcador tras encajar un penal cobrado por Wayne Rooney a los cuatro minutos, Islandia remontó con pasmosa soltura. Fue el partido que con más solvencia resolvieron, uno en el que remataron a puerta la misma cantidad de veces que los ingleses, cinco.
Con un tradicional esquema 4-4-2, Islandia ha llegado tan lejos gracias a la solidaridad de todos en tareas defensivas y mucha personalidad para no dejarse caerse en los tramos de los partidos en los que se han visto superados. Debutaron con un empate 1-1 contra Portugal, repitieron el mismo resultado con Hungría y vencieron 2-1 a Austria.
«Tienen muchos otros atributos, no juegan al pelotazo. Circulan el balón con criterio. Tienen jugadores que son portentos físicos, pero también cuentan con (Johann) Gudmundsson, (Birkir) Bjarnason y (Gylfi) Sigurdsson, todos dueños de gran técnica».
No debe pasar inadvertido el dato que Islandia ha anotado seis goles en cuatro partidos, la misma cantidad que Francia.
Pero el conjunto nórdico deberá cuidarse de la pegada francesa en los últimos minutos de los partidos, con dos victorias conseguidas gracias a goles agónicos. Les Bleus también impusieron mejor resto físico para doblegar con un doblete de Antoine Griezmann a Irlanda en octavos, dándole la vuelta al marcador tras el descanso para ganar 2-1.
«Eso se debe a que controlan la posesión del balón. Agotan a los rivales y te hunden con goles en el tramo final», advirtió Hallgrimsson. «Nuestra concentración tendrá que ser absoluta».
Francia nunca ha perdido en sus 11 partidos previos contra Islandia, con ocho victorias y tres empates.
La última vez que se enfrentaron fue hace cuatro años en un partido amistoso en el que Francia ganó 3-2 tras remontar un 2-0. Entonces, Islandia ocupaba el puesto 131 del ranking de la FIFA, por debajo de selecciones como Liechtenstein.
Como jugador de Les Bleus, Deschamps evocó un partido por las eliminatorias de la Eurocopa que disputaron meses después que los franceses se habían coronado campeones del mundo.
«Fue un partido que nos bajó de la nube», dijo Deschamps sobre el empate 1-1 en Reykjavik.
Un problema para Francia es que acusará un par de bajas sensibles por culpa de sanciones, la del central Adil Rami y la del volante N’Golo Kante. Todo indica que Yohan Cabaye reemplazará a Kante, mientras que Samuel Umtiti lo haría por Rami. Umtiti, quien tras el torneo pasará al Barcelona, entró en la convocatoria francesa tras las lesiones de dos compañeros.