Una interrupción de dos horas y media por una tormenta eléctrica no pudo impedir que Chile doblegase el miércoles 2-0 a Colombia con goles madrugadores de Charles Aránguiz y José Fuenzalinda y diese forma a una final soñada con Argentina en la Copa América Centenario.
Un arranque demoledor derivó en goles de Aránguiz a los seis minutos y de Fuenzalinda a los 11, que despejaron el camino para que Chile sacase boleto para su segunda final consecutiva ante los argentinos, a quienes vencieron por penales en la final del año pasado.
Colombia terminó con diez hombres por la expulsión de Carlos Sánchez a los 57 minutos tras recibir dos amonestaciones.
La final se jugará el domingo en East Rutherford, New Jersey.
Argentina venció a Chile en las eliminatorias de la Copa Mundial y también en la primera ronda de este torneo.
Pero este «va ser un partido diferente», expresó el técnico de Chile Juan Antonio Pizzi. «Esta será una final».
Colombia se medirá el sábado a Estados Unidos en Arizona, por el tercer puesto del certamen.
La llegada de una tormenta hizo que se interrumpiese el juego a poco de concluido el primer tiempo.
Los altoparlantes pidieron al público que buscase refugio y las tribunas se vaciaron ordenadamente en cuestión de minutos. La tormenta no tardó en llegar y fue muy fuerte, con intensos vientos, truenos y relámpagos.
Cuando amainó, personal del estadio limpió el agua y se reanudó el juego, aunque la cancha estaba muy anegada.
«Fue algo muy incómodo», declaró Pizzi. «Estar casi tres horas encerrado en un vestuario sin poder hacer absolutamente nada es muy desgastante. Se piensan muchas cosas. Agradecemos que los entretiempos duren solo 15 minutos».
El estratega argentino apostó a ganador cuando decidió dejar en el banco a Edson Puch, autor de dos tantos en la goleada 7-0 a México en los cuartos de final, y alinear en cambio a Fuenzalinda. Colombia no había terminado de pararse en el terreno y ya perdía 2-0, con Fuenzalinda como protagonista en ambos goles.
«Cometimos errores que los pagamos en el inicio», sostuvo el técnico de Colombia José Pékerman.»Pero cuando el partido tomó un vuelco hacia lo que iba a ser otro desarrollo, viene una suspensión muy larga, algo atípico. Nadie es culpable».
Una escapada suya por la derecha generó el primer tanto. Juan Cuadrado intentó rechazar su centro y no hizo sino servirle el balón a Aránguiz para que lo empujase adentro. Cinco minutos después, un remate de Alexis Sánchez pegó en un poste y Fuenzalinda tomó el rebote libre de marcas para anotar el segundo.
Colombia fue sorprendida por un Chile que avasalló al equipo cafetero con su marca y su juego de toques rápidos y profundos. Frank Fabra, que reemplazó al lesionado Farid Díaz en el sector izquierdo de la defensa, fue un colador que perdió constantemente las marcas ante las corridas de Fuenzalinda, Mauricio Islas y los desmarques de Eduardo Vargas. Por su sector nacieron todas las jugadas de peligro en ese primer cuarto de hora de Chile.
Con el correr de los minutos Colombia fue afianzándose en el terreno y equilibrando las acciones. James Rodríguez se puso el equipo al hombro y lanzó varios ataques, apoyado por Edwin Cardona, Carlos Sánchez y Cuadrado. Arreció el peligro en el arco chileno en la segunda mitad del primer período, pero los colombianos fallaron una y otra vez en la puntada final y Bravo tuvo lucidas intervenciones ante remates de Roger Martínez, Santiago Arias y Carlos Sánchez.
El segundo tiempo empezó con la misma tónica. Colombia, que reforzó su ataque con Marlos Moreno, buscó pero no pudo y Chile administró inteligentemente su ventaja, esperando el momento oportuno para contragolpear. Un terreno bastante anegado dificultó el trabajo de ambos equipos.
La expulsión de Carlos Sánchez por doble amarilla acabó prácticamente con toda esperanza de Colombia de remontar el marcador. Chile recuperó la iniciativa y casi marca el tercero cuando un cabezazo de Erick Pulgar, que había reemplazado a Pedro Hernández en el primer tiempo por una lesión, motivó una lucida intervención de David Ospina.
«Empezamos muy bien, con la presión habitual, mucha agresividad al disputar los balones, concentración para anticipar y así llegaron dos goles», dijo Pizzi. «A partir de ahí era lógico que un equipo del nivel de Colombia intentase descontar. Se acercó, empezó a tener mayor dominio, aunque sin demasiada profundidad».
«A partir de la expulsión de Sánchez manejamos el partido con bastante comodidad».
Pékerman afirmó que el árbitro no cobró lo que consideró «un penal claro» contra Daniel Torres en el complemento y cuestionó también la segunda amonestación de Carlos Sánchez. «Me parece que faltó manejo, faltó criterio, faltó entender la importancia del partido. Incidió mucho» en el resultado.