De todas las críticas que ha recibido Draymond Green por cometer faltas flagrantes durante estos playoffs, la más severa surgió el miércoles, de boca del propio jugador.
Green dijo que había decepcionado a los Warriors y que era un «compañero terrible». Afirmó que le dolió quedar suspendido para el quinto encuentro de la final de la NBA.
Y prometió que se reivindicará el jueves en el sexto encuentro, cuando los Warriors visiten a los Cavaliers de Cleveland y busquen aprovechar su segunda oportunidad de coronarse bicampeones.
«Estoy en deuda con mis compañeros, debo volver y dar todo lo que tengo y todo lo que pueda hacer para que esta situación mejore», puntualizó Green. «Creo firmemente que si hubiera jugado el quinto partido habríamos ganado. Pero no lo hice porque me puse en una situación en la que no tuve la capacidad de jugar».
Golden State lidera la serie por 3-2 pero sabe ahora que jugará el resto de la final sin el pívot titular Andrew Bogut. El australiano sufrió una lesión en la rodilla izquierda.
Green, quien se perdió el quinto compromiso por la cantidad de faltas flagrantes en que incurrió durante la postemporada, se colocaría como una suerte de pívot en el sexto duelo. Ha desempeñado esa función en varios partidos de estos playoffs.
«Draymond es el espíritu de lo que hacemos», destacó el astro de los Warriors, Stephen Curry. «
La serie ha debido volver a Cleveland porque Golden State no pudo frenar a LeBron James ni a Kyrie Irving en el quinto partido. Green, el mejor jugador defensivo de los Warriors, no pudo sino observar cómo James e Irving aportaban 41 puntos cada uno.
Y ni siquiera fue testigo en la arena, sino en una suite del estadio contiguo de béisbol, donde juegan los Atléticos de Oakland.
Por sí solo, Green no habría detenido semejante ataque. Pero seguramente habría dificultado la situación para los Cavs.
Con Green, los Atléticos ganaron por nueve. Sin él, los Warriors perdieron por 15.
Green dijo que ha hablado con sus compañeros para reconocer sus errores. Aseguró que ver el quinto partido desde lejos fue doloroso.
«Será bueno tenerlo de regreso. Lo echamos de menos la otra noche», reconoció el entrenador Steve Kerr. «Nos decepcionó nuestro desempeño sin él. Creíamos que podíamos logarlo, pero no lo hicimos. Es hora de recargar las pilas y de estar listos».