Media hora le bastó a Lionel Messi para marcar tres goles el viernes y trepar a la cima de la tabla de cañoneros en su esperado debut en la Copa América del Centenario, en el que Argentina aplastó 5-0 a Panamá.
El astro del Barcelona se ausentó ante Chile por molestias en la espalda y no actuó de entrada ante Panamá, como había insinuado el técnico Gerardo Martino, pero entró sobre la hora de juego y liquidó a un rival que le daba guerra a Argentina pese a jugar desde la media hora con un hombre menos. Messi anotó a los 68, 78 y 87 minutos ante el delirio de un público que colmó el estadio Gillette y que se deleitó con tres goles de su sello, incluido uno con un espectacular tiro libre para su segundo tanto.
Tras solo media hora de juego, Messi comparte con el brasileño Coutinho la punta de la tabla de goleadores luego de jugarse dos fechas completas.
El brasileño Renato Augusto, el chileno Arturo Vidal, el colombiano James Rodríguez y el panameño Blas Pérez tienen dos y hay 29 jugadores con uno.
Messi suma 53 goles con la casaca albiceleste, con tan solo 28 años recién cumplidos, y está a uno del máximo artillero de todos los tiempos con la selección argentina, Gabriel Batistuta. Es previsible que superará a «Bati» en este torneo.
Panamá se le plantó firme a Argentina y, lejos de intimidarse con sus pergaminos, le jugó de igual a igual, abusando por momentos del roce físico. Aníbal Godoy se fue expulsado por doble amonestación a los 30 minutos y poco antes los canaleros se habían quedado sin Valentín Pimentel, quien se fue lesionado.
Pero el equipo no se entregó y al ingresar Messi sobre la hora de juego Argentina ganaba apenas 1-0, producto de un gol de cabeza de Nicolás Otamendi a los seis minutos, tras conectar de cabeza un tiro libre de Di María sin que nadie lo molestase.
«Fue un partido difícil. Hicimos el gol muy pronto y después nos costó, nos faltó profundidad», declaró el «Tata» Martino. «Panamá presiona bastante arriba a veces. Por momentos nos arrinconó. La expulsión fue determinante», agregó el estratega, quien no tenía palabras para describir la actuación de Messi.
«Yo lo disfruto como ustedes», expresó.
El estadio Gillette se vino abajo cuando sobre la hora de juego se anunció el ingreso de Messi por Augusto Fernández.
«Cuando se paró Messi le dije al cuarto (árbitro): ‘¿Cuánto falta?’ Treinta minutos», me respondió. «Y nosotros ya desgastados. Messi es un monstruo».
El astro del Barcelona dijo que todavía sentía algunos dolores y que la idea era «empezar despacito, jugar un poquito».
Martino aseguró que jamás dudó en hacerlo entrar en medio de un partido ríspido. «Iba a jugar 30 minutos. La idea original era que entrase por ‘Nico’ (Gaitán) en la banda derecha, pero viendo como estaba el partido, que el rival tenía un hombre menos, pensamos que podía jugar más al medio».
Messi no tardó en hacerse sentir. La defensa panameña no pudo despejar un balón, hubo un rebote y la pelota le llegó al 10, que dio dos pasos y fusiló al arquero desde 15 metros. El gol produjo un estallido de júbilo en todo el estadio.
La ovación se repitió diez minutos después cuando Messi clavó un tiro libre de su sello en un ángulo.
Y otra vez a tres minutos del final, en que anotó en gran jugada individual tras descolocar a un rival en el punto del penal.
El festín no había terminado. Dos minutos después, Messi hizo un pase largo, Eric Lamela bajó el balón y Agüero marcó el quinto.
Messi dijo que Panamá fue «un rival duro, intenso, que no te dejaba jugar. Nos llegaron y se complicó, pero teníamos que ganar para asegurar el primer puesto y lo hicimos».
«Estamos bien, vamos creciendo», acotó.
Además de Argentina, también están clasificados Colombia, México y Venezuela, la sorpresa del torneo.
La nota amarga en la victoria de Argentina fue una lesión de Di María, que lo obligó a ser reemplazado al finalizar el primer tiempo.