Estados Unidos se congració con su público y cobró nueva vida en la Copa América del Centenario, de la que es anfitrión. Costa Rica prácticamente le ha dicho adiós a la posibilidad de tener otro certamen internacional de ensueño.
Clint Dempsey aportó un gol y puso los pases para otro par, con lo que Estados Unidos aplastó el martes 4-0 a la selección tica.
Jermaine Jones, Bobby Wood y Graham Zusi se sumaron a la fiesta de tantos del conjunto de las barras y las estrellas, que había caído en el partido inaugural ante Colombia y requería una victoria con urgencia.
«Los goles cambian los partidos, y los chicos del ataque se encargaron de marcarlos», destacó el arquero estadounidense Brad Guzan, quien sólo tuvo que hacer una atajada.
Ahora, la selección norteamericana se ha colocado en una posición idónea para buscar uno de los dos boletos a la siguiente fase en el Grupo A. Colombia se impuso más tarde 2-1 a Paraguay, con lo que aseguró su clasificación, con seis puntos.
El sábado, el equipo estadounidense, que tiene tres unidades se medirá a los guaraníes, que suman una, en busca del boleto a cuartos de final.
La victoria llegó como un bálsamo tras los cuestionamientos a su técnico Jurgen Klinsmann por el revés ante Colombia.
Guzan levantó los brazos al sonar el silbatazo final. Dempsey abandonó la cancha en el segundo tiempo, vitoreado por el público.
Hubo una reconciliación entre los fanáticos estadounidenses y su selección.
«Veo un equipo que progresa, un equipo que quiere demostrar desesperadamente que puede enfrentar a equipos de calibre en la copa América», comentó Klinsmann.
Ahora, quien enfrentará críticas será Óscar Ramírez, timonel de la selección tica. El cuadro costarricense, que empató sin goles en su primer duelo, lució aletargado durante largas etapas del duelo ante los locales, y mostró nula capacidad para recuperar el balón.
Visiblemente, la selección centroamericana echó de menos a su zaguero Kendall Waston, expulsado en el cotejo ante Paraguay y suspendido para esta segunda fecha.
La selección tica es última del grupo, con una terrible diferencia de goles de menos cuatro, y buscará un milagro en la última fecha ante Colombia. Ha sido todo un vuelco para un equipo que sorprendió a propios y extraños en el Mundial de 2014 en Brasil, cuando se coló hasta los cuartos de final.
«Ofrezco disculpas por el marcador pero no por el fútbol», dijo Ramírez. «Fue uno de esos partidos extraños. Fuimos futbolísticamente muy superiores, tuvimos el control, pero este fútbol es de anotaciones».