LeBron James vs. Stephen Curry. Se trata de un duelo de ensueño para la final de la NBA. Y podría ser el comienzo de una nueva rivalidad entre un jugador que ha sido el rostro de la NBA durante la última década y la estrella que amenaza con reemplazarlo.
Un segundo enfrentamiento consecutivo por el título entre James y los Cavaliers de Cleveland y Stephen Curry y los Warriors de Golden State.
«Realmente es algo que me molesta. No juego para eso, no busco ser la cara de la NBA o esto o aquello, o tomar el trono de LeBron, o lo que sea», dijo Curry el miércoles, un día antes de que los Warriors reciban a los Cavaliers en el primer juego. «Ya saben, intento conseguir anillos, eso es lo que quiero. Es ahí donde, para mí, acaba la conversación».
Curry obtuvo su primer campeonato el año pasado a expensas de James. Y desde entonces, han surgido sutiles indicios del nacimiento de una rivalidad.
Conforme crecía la imagen de Curry en la carrera de los Warriors al título la temporada pasada, James hizo todo lo posible por proclamarse a sí mismo «el mejor jugador del planeta» durante la Final. Y jugó como tal, con promedios de 35,8 puntos, 13,3 rebotes y 8,8 asistencias para llevar a unos Cavs que no contaban con Kyrie Irving y Kevin Love a alargar la serie a seis juegos.
Luego de que Curry ganara esta temporada su segundo premio de Jugador Más Valioso, de manera unánime algo que ningún otro jugador, incluyendo al cuatro veces galardonado James, ha conseguido jamás LeBron ofreció su visión matizada del logro.
James dijo que los números de Curry eran tremendos «pero cuando uno habla del más ‘valioso’ se puede tener una conversación distinta, así que, sin restarle méritos, definitivamente merece ese premio, sin lugar a dudas».
El miércoles, James se explayó al decir que «Steph definitivamente fue el MVP de nuestra liga».
«Ustedes hacen las rivalidades», afirmó James. «Creo que es grandioso para el deporte. Es grandioso para todos los deportes. No pienso en Steph y en mí, cuando hablan de rivalidades, hablan de Carolina-Duke, hablan de Ohio State-Michigan. Es difícil decir LeBron y Steph. Si existiera algo a menor escala o alguna otra palabra para rival».
Ambos se han encargado de transformar la liga de distintas maneras.
«No creo que solo hay un rostro de la NBA», dijo el escolta de los Warriors Klay Thompson. «Creo que hay varios rostros por ser una liga de estrellas. … Pero creo que es más fácil para el fanático promedio identificarse con Steph».
Existen similitudes entre los dos.
Ambos se han encumbrado a la estratosfera de la liga, sus compañeros dan un salto de calidad en virtud de sus extraordinarios talentos y pueden tomar el control de un partido en un parpadeo. Además, nacieron en Akron y en el mismo hospital.
Hasta ahí llega lo que comparten.
Estrella desde la pubertad, James fue criado por una madre soltera. Fue la indiscutida primera selección del draft de 2004, cumpliendo con todas las expectativas, además de no rehuir a la hora de manifestarse sobre temas sociales.
Pero ser el centro de la atención no ha sido un paseo. James ha sido tal vez uno de los deportistas más cuestionados de su era, cada uno de sus tuits es objeto de discusión para encontrarle una interpretación más profunda, cada derrota que ha sufrido en la serie final se asume como una debacle.
Curry, en cambio, creció con una familia acaudalada, debiéndose a la riqueza acumulada por su padre Dell durante una trayectoria de 16 años en la NBA. Se le subestimó por no ser demasiado alto. Fue pasado por alto por las universidades de mayor peso y le tomaron en el séptimo turno del draft de 2010, debido a que los expertos no estaban seguros si tenía el físico necesario y la velocidad suficiente para jugar en la liga.
Viene de una campaña en la que lideró a los Warriors a un récord de 73 triunfos en la temporada regular y niños en todas partes del mundo imitan sus movimientos en la cancha.
James y Curry insisten que se enfocan en el juego. No están para perder el tiempo en debates sobre quién es el mejor.
Curry ambiciona un segundo campeonato seguido. James busca acabar con 52 años sin que un equipo de Cleveland se corone campeón.
«El hecho de que repetimos me parece singular», dijo James. «Es bien singular el encontrarse en esta posición en la que tenemos otra oportunidad para que ustedes escriban sobre nosotros, que podamos jugar, que le gente hable alrededor del mundo. Me siento bendecido el poder ser parte de estas conversaciones».