Luego de una temporada histórica de 73 victorias y una memorable remontada fuera de casa en el sexto juego, las aspiraciones de los Warriors de Golden State de volver a la Final de la NBA y defender su cetro se reducen a un séptimo juego en casa ante el poderoso Thunder de Oklahoma City.
Todo este tiempo, los Warriors han dicho que los múltiples récords de equipo e individuales que impusieron durante la temporada no importan en lo más mínimo a menos que repitan como campeones.
Necesitan un triunfo más para convertirse en el décimo equipo en remontar una desventaja de 3-1 en postemporada.
«Aprendí que nuestros jugadores son duros, mentalmente fuertes», dijo el ganador del Coach del Año, Steve Kerr el domingo, cuando su equipo se tomó el día libre de la práctica y la sesión de video. «No sé si aprendí eso. Eso ya lo sabía. Pero lo confirmaron. Es una gran remontada. Aún debemos jugar. Tenemos otro juego por delante».
Kerr solo quería que su equipo le quitara un poco del ímpetu a Kevin Durant y el Thunder. Ahora, ellos tienen el momento, justo antes del decisivo encuentro del lunes tras ganar dos partidos consecutivos en la Final de la Conferencia Oeste.
Cuando su equipo ganó el quinto juego la noche del jueves, el MVP Stephen Curry gritó: «¡No nos vamos a casa!» y Golden State no quiere que el Thunder sea el que decida los planes de verano de los Warriors.
«Anoche conseguimos un triunfo importante para seguir con vida y ahora tenemos el momento. Pero también puede ser adverso», admitió Kerr. «Un juego lo cambia todo, y aún debemos salir y jugar a nuestro estilo, jugar bien y terminar esta serie».
Golden State está consciente que no es un juego definido solo porque estarán en el Oracle Arena, donde perdieron solo tres veces esta temporada. Han tenido sus problemas ante Durant, Russell Westbrook y el Thunder.
Oklahoma está obsesionado con llegar a su primera Final de la NBA desde que perdieron ante LeBron James y el Heat de Miami en 2012. James y Cleveland ya aguardan al ganador del partido del lunes.
«Será un partido difícil. Si pensamos que hoy era complicado, el séptimo juego lo será aún más», dijo Curry. «Todos, de ambos lados del balón, lo dejaremos todo en la duela. Es ganar o irse a casa. Así que no podemos esperar que solo porque estamos en casa vamos a ganar».
Como ha sido el caso durante toda la postemporada con un Curry mermado físicamente, Golden State recibió un tremendo aporte de Klay Thompson, quien encestó 11 triples, un récord de NBA, y finalizó con 41 puntos en el triunfo del sábado 108-101 en Oklahoma City. El lunes, el equipo necesita que repita esa actuación.
«Mucha gente nos dio por muertos», dijo Thompson.