La buena noticia para los fanáticos del boxeo es que la pelea que más quieren ver puede que suceda antes de que sean demasiado viejos como para disfrutarla.
Mejor todavía: no tiene nada que ver con Floyd Mayweather Jr. o el nuevo senador filipino Manny Pacquiao.
Apunten la fecha del 17 de septiembre, aunque no compren boletos todavía. Después de todo, se trata de boxeo, y hay muchísimas peleas que estaban pactadas y que nunca se realizaron.
De todas formas, Saúl «Canelo» Alvarez dice que la quiere. Gennady Golovkin también.
Dos púgiles con martillos en las manos y apenas una derrota entre ambos, con todos los títulos del peso mediano en la balanza.
«Es una de esas peleas que podemos presentar», dijo Tom Loeffler, promotor de Golovkin. «Sin duda es la pelea más importante que podría pactarse en el boxeo, y parece bastante claro que Canelo la quiere».
Eso fue evidente el sábado, cuando Canelo destrozó a Amir Khan con una potente derecha, y después utilizó la misma mano para gesticular hacia Golovkin, quien estaba sentado en primera fila, para que subiera al cuadrilátero.
Otro interesado que estaba en primera fila era el dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, a quien le encantaría robarle la pelea a Las Vegas para realizarla en su estadio.
«Lo invité personalmente», dijo Oscar De La Hoya, promotor de Alvarez. «Así de serio es en su interés por tener una pelea del Canelo».
Hasta que el astro mexicano conectó la derecha que fulminó a Khan y después retó a Triple G, parecí a que la pelea no sucedería, al menos no pronto. Alvarez es la joya de De La Hoya, y los rumores eran que el promotor no quería arriesgarlo ante Golovkin, quien está invicto y ha noqueado a 32 de los 35 oponentes que enfrentó.
También podría haber un problema con el peso. Alvarez tiene un título del peso mediano (160 libras), pero peleó en un peso máximo de 155 libras ante Khan. Golovkin dice que cualquier pelea tiene que ser en el límite de la división.
Pero Alvarez y De La Hoya ahora aseguran que el peso no sería un impedimento. Y la invitación de Alvarez para que Golovkin lo acompañara en el ring después del combate ante Khan disipó cualquier duda sobre el interés del oriundo de Guadalajara por enfrentar al kazajo.
«Lo invité porque no le temo», dijo Alvarez. «Y quería demostrar que no tengo miedo».
De La Hoya llamó a Loeffler el domingo, y ambos tenían planes de comenzar las negociaciones el martes. Loeffler dijo que trabajó con De La Hoya para el combate de Golovkin contra David Lemieux en octubre, y aseguró que no tendría problemas para colaborar para una pelea el 17 de septiembre.
«Estoy bastante seguro que podemos lograr un acuerdo», dijo Loeffler. «No había motivo para que Canelo invitara a Gennady al cuadrilátero la otra noche si no quisiera la pelea».
El combate debe ser atractivo, incluso para los aficionados casuales que se sienten engañados por los 100 dólares que pagaron para ver la aburrida pelea entre Mayweather y Pacquiao el año pasado.
Ambos peleadores tienen excelente pegada, así que hay pocas probabilidades de que el combate sea tan aburrido como el de Mayweather-Pacquiao.
«Todos conocen el estilo de Gennady y de Canelo, así que la gente no quedará decepcionada por la acción en el ring», aseguró Loeffler. «Son dos guerreros repletos de machismo».