En una temporada en la que su equipo impuso un récord, Stephen Curry ha conquistado por segundo año seguido el premio al jugador Más Valioso.
Una persona con conocimiento de la premiación dijo que el mismo martes podría anunciarse que Curry ha obtenido el premio. La persona solicitó permanecer en el anonimato porque la NBA no ha revelado al ganador.
Con sus fenomenales disparos de larga distancia y su habilidad para manejar el balón, Curry fue el gran artífice de una temporada récord de los Warriors de Golden State, que cosecharon 73 triunfos, más que ningún otro equipo en la historia.
Tanto él como el equipo lucieron superiores a su versión del año pasado, en la que dieron a Golden State su primer título en 40 años.
El premio no es ninguna sorpresa. Todo el mundo daba por descontado que Curry se lo llevaría y la única duda era si sería una selección unánime.
«En cierto modo me sentí mal hoy, porque no lo felicité, pues lo sabía desde diciembre», dijo su compañero Draymond Green en declaraciones a la prensa durante una práctica de disparo, previa al cuarto partido de las semifinales de la Conferencia del Oeste, entre Golden State y Portland. «No sentí que fuera un momento impactante».
Curry encabezó la liga en puntos, con 30,1 por partido, y destrozó su propio récord de triples, con 402. Nunca antes nadie había pasado de 300.
También tuvo 6,7 asistencias por partido y un promedio de rebotes recuperados de 5,4 por juego. Encabezó la liga con 2,1 robos por encuentro y tuvo un promedio de 50,4% en sus tiros al cesto. Acertó asimismo el 45,4% de los tiros de tres puntos y el 9,8% de los tiros libres.
Todos estos números estuvieron acompañados por el espectáculo que Curry montó casi cada noche durante la campaña sin precedente de Golden State, que comenzó con 24 triunfos en fila y terminó con el nuevo récord. La marca anterior pertenecía a los Bulls de Chicago, que de la mano de Michael Jordan ganaron 72 partidos en 1995-96.
Curry llegó a embocar disparos desde la media cancha o incluso más atrás. Mostró su capacidad de abrirse espacio para sus propios tiros con su forma de conducir el balón.
Quizás ningún jugador en la historia de la NBA ha reunido semejantes cualidades. Curry lo ha logrado con un rostro infantil, una estatura de 1,90 metros (6 pies y 3 pulgadas) y un peso de 86 kilogramos (190 libras), que llevaron alguna vez a que el entrenador Steve Kerr dijera que el astro era capaz de dominar la NBA «sin dejar de lucir como tu hermano pequeño».
«La forma en la que juego requiere mucho talento, pero se basa en cosas que encontrarás si vas a la YMCA o a las ligas recreativas o de las iglesias en todo el país», comentó Curry luego de ganar el premio de la AP al deportista del año, al comienzo de la campaña.»
Curry se ha convertido en uno de los deportistas más populares. Lo mismo juega al golf que participa en anuncios de servicio a la comunidad con el presidente Barack Obama.
Fue el primer jugador de los Warriors que ha liderado la liga en puntos desde que Rick Barry anotó 35,6 por encuentro en 1966-67. Se unió a Barry y a Wilt Chamberlain como los únicos jugadores en la historia de la franquicia que han promediado 30 puntos o más en una campaña.