Han llegado los imponderables, incluido el hecho de que los Warriors pierdan a Stephen Curry al menos durante dos semanas por una lesión de rodilla, y de que Chris Paul, de los Clippers, esté fuera por una fractura de mano.
Pero también han ocurrido hechos esperados por todos, como la tremenda lucha entre Charlotte y Miami en una serie de toma y daca.
¿Cómo pronosticar entonces lo que ocurrirá el miércoles por la noche en el quinto partido de tres series distintas? En esta jornada, Charlotte visita al Heat, Portland jugará en cancha de los Clippers de Los Ángeles y Houston se medirá a Golden State en Oakland.
Las series Hornets-Heat y Blazers-Clippers están empatadas a dos triunfos por bando, mientras que los Warriors llegan a su duelo con una ventaja de 3-1 sobre los Rockets y tratarán de definir, aún sin Curry.
«Uno debe tener la capacidad de trabajar y de responder a la ocasión», comentó el entrenador de los Rockets, J.B. Bickerstaff. «Y no hay una mayor ocasión ni una mejor oportunidad que ésta».
Houston lucha por seguir con vida. El Heat y los Clippers estarán presionados por defender la ventaja de locales, pues lo último que desean es toparse con un público hostil en Charlotte y Portland esta misma semana, en partidos que podrían significar su eliminación.
Y de todo ello, Curry y Paul serán meros espectadores. Lesiones infortunadas tienen a ambos bases marginados.
«Esto demuestra de nuevo que todos corremos el riesgo de no jugar», señaló Dwyane Wade, escolta del Heat. «Es difícil. La forma en que Steph se lastimó fue desagradable. Y evidentemente, Chris Paul es uno de mis mejores amigos. Fue difícil para mí el ver eso».
La ausencia de Curry eclipsa el duelo entre Rockets y Warriors. La de Paul tiene el mismo significado para los Clippers, que tenían ya convaleciente a Blake Griffin.
De pronto, Los Ángeles luce vulnerable ante Portland. Y en el primer partido del programa del miércoles, el armador de Charlotte, Kemba Walker, tratará de seguirle haciendo daño a Miami.
Walker buscará la primera victoria de visitante en su carrera de postemporada.
«Miami es un lugar muy complicado para jugar», confesó Walker. «Pero tenemos que ir allá y demostrar de qué somos capaces».