Stephen Curry se sentó en el banquillo, con la cabeza recargada en ambas manos. Una nueva lesión ha dejado en duda su participación futura en estos playoffs y la búsqueda de un bicampeonato por parte de los Warriors.
Y aunque los compañeros de Curry lamentan la lesión, no perdieron tiempo rumiando sus penas. Fijaron un récord de la postemporada de la NBA, al encestar 21 triples, con lo que vencieron el domingo 121-94 a los Rockets de Houston, tomando una ventaja 3-1 en la serie de primera ronda.
«Cuando hay un equipo tan unido como el nuestro, todos se preocupan por los demás y están dispuestos a dar un paso al frente», destacó el entrenador Steve Kerr. «Nuestros jugadores sintieron que era necesario unirnos más».
Klay Thompson lideró a los Warriors con 23 puntos.
«Traté de jugar con más energía», dijo Thompson. «Cuando juegas con emotividad y ayudas a tus compañeros, puedes salir adelante. Si tenemos esta misma emoción e intensidad el miércoles, vamos a tener éxito».
Curry reapareció en el quinteto titular tras perderse dos partidos por un esguince en el tobillo derecho, pero no jugó en el segundo tiempo debido a una torcedura en la rodilla derecha. Este lunes, se someterá a una prueba de resonancia magnética.
Pero Golden State supo salir adelante sin su estelar armador gracias a un bombardeo de triples que derivó en un tercer cuarto de 41 puntos.
Los Warriors eclipsaron el récord de triples que compartían para un partido de playoffs cuando Brandon Rush clavó uno con dos minutos y medio por jugar.
James Harden se mostró disgustado por el desempeño de los Rockets en el tercer periodo.
«Terrible forma de perder… fue un periodo terrible, y ahí fe donde dejamos que el partido se nos escapara», afirmó.
Golden State será local del quinto partido el miércoles.
Dwight Howard encabezó a Houston con 19 puntos y 15 rebotes, mientras que Harden tuvo 18 puntos, 10 asistencias y siete robos.