Masahiro Tanaka ya es uno más del grupo. Tanaka dice que puede caminar por las calles de Manhattan sin ser identificado, lo que le resulta imposible en Tokio.
Ahora aprovecha parte de su tiempo libre para jugar golf y pescar.
Al entrar en su tercera temporada en las Grandes Ligas, el astro de los Yanquis de Nueva York se puede comunicar con sus compañeros en inglés.
A los 27 años, está aclimatado a su nuevo ambiente, a Estados Unidos y la Gran Manzana.
«Realmente me he acostumbrado a todo aquí, de modo que me resulta un poco más fácil», afirmó.
El pelotero japonés habla con la prensa por medio de su intérprete Shingo Horie, que le acompaña desde que llegó. Y mientras depende de Horie para las conversaciones más complicadas, se defiende bien por su cuenta para las comunicaciones más sencillas. Los Yanquis dicen que Tanaka es más extrovertido que Hiroki Kuroda, un beisbolista japonés que jugó para los Yanquis del 2012 al 2014.
«Le encanta divertirse. Es un tipo gracioso», comentó el manager Joe Girardi. «Siempre está sonriendo y riéndose. Es bueno tenerlo de compañero en el vestuario».
Tanaka era un astro cuando llegó hace dos años, tras terminar con una foja impecable de 24-0 en los Golden Eagles Rakuten de la Liga del Pacífico y de contratar un Boeing 787 Dreamliner para su viaje desde Tokio hasta Nueva York para su primera conferencia de prensa. Los Yanquis le dieron un contrato de 155 millones de dólares por siete años y pagaron 20 millones por sus derechos.
Esta temporada será un poco más agitada para el pelotero japonés fuera del terreno. Su esposa Mai Satoda, una estrella pop, dio a luz su primer hijo en febrero.
«Me siento feliz de tener un nuevo miembro en la familia», afirmó Tanaka. «Sí, todo será distinto en la vida cotidiana».
«Creo que al japonés, o al asiático, se le facilita vivir aquí debido a que tiene restaurantes y comercios y de todo», comentó.
Y su compañero Brett Gardner revela que «tenemos planes de ir a pescar en algún momento».