Carlos Correa no quiere que se le pregunte cuántos zapatos tiene.
El boricua, Novato del Año pasado en la Liga Americana, tiene un armario repleto con cientos de pares, e incorpora constantemente modelos nuevos a la colección.
¿Por qué? Los zapatos simbolizan cuán lejos ha llegado el campocorto desde su infancia. Recuerda que en Puerto Rico, llegó a arreglárselas con un par de zapatos durante más de dos años.
«Cuando me preguntan, me quedo como pensando, ‘oye, cállate, porque no sabes de dónde vengo»’, dijo, antes de usar una palabra malsonante. «Vengo de tener el mismo par de zapatos por años, y ahora puedo tener muchos zapatos. No hablen… no lo hagan porque no saben nada de mi pasado… De verdad salí de la nada».
Los padres de Correa eran adolescentes cuando nació, y no tenían mucho dinero. Sin embargo, hicieron todo lo posible por apoyarlo en su sueño de jugar en las mayores. Cuando estudiaba la primaria y quería aprender inglés, lo inscribieron en una escuela bilingüe.
Pero debido a que sus padres no hablaban inglés, eso no fue suficiente para Correa, así que tomaba clases adicionales tres veces por semana. Esas lecciones y los entrenamientos de béisbol, además de la escuela regular, hacían que sus jornadas se extendieran a 10 o 12 horas.
Para Correa, todo valía la pena. Se visualizaba jugando en las Grandes Ligas.
«Lo tomaba muy en serio», dijo. «Quería aprender inglés desesperadamente. Quería hablar las dos lenguas y hablar sin necesidad de un traductor en Estados Unidos».
Ahora, insta a otros peloteros hispanohablantes para que aprendan inglés.
«No se trata sólo de jugar en las Grandes Ligas, sino de mucho más», dijo Correa. «La gente puede ganar dinero el primer par de años fuera del terreno, pero necesita aprender inglés para hacer eso en Estados Unidos. Así que quiero ser capaz de transmitirles eso, para que puedan ver que vale la pena el sacrificio de aprender un nuevo idioma».
Correa, seleccionado por los Astros como la primera selección general del draft cuando tenía sólo 17 años, es un perfecto ejemplo de ello. El carismático pelotero de 21 años se vuelve ya uno de los predilectos del «marketing» y los medios, y comienza a recibir varios patrocinios.
Recientemente, Correa grabó un comercial para una empresa pesquera, tiene un acuerdo con una compañía de tarjetas coleccionables y firmó un convenio con una concesionaria automotriz. Pero el mayor contrato suscrito por este joven que alguna vez no podía comprar zapatos es con Adidas. La empresa diseña actualmente su calzado deportivo, y lanzará eventualmente un modelo con su nombre.
A Correa le gusta vestir impecablemente y no sólo gasta en zapatos. Tiene más de 30 sombreros. Algún día desea tener una fábrica de sombreros, para diseñarlos exactamente como a él le gusta.
Aunque suele bromear, Correa tiene conciencia humanitaria, algo no muy propio de su edad, dentro y fuera del terreno.
Quisiera seguir el ejemplo de la leyenda de Puerto Rico, Roberto Clemente, miembro del Salón de la Fama y recordado tanto por sus hazañas en el béisbol como por su filantropía.
«Quiero ayudar a otras personas, quiero ser como Roberto Clemente», afirmó Correa. «No sólo quiero ser bueno en el terreno, sino fuera de éste. Por eso lo admiro. Es mi ídolo».
Correa, quien participará en una próxima película sobre Clemente, piensa que la liga debería hacer más para honrar su legado. Le gustaría que todos los jugadores de las mayores usaran el número 21 en el Día de Roberto Clemente, tal como ocurre con el 42 de Jackie Robinson.
«La influencia que Jackie Robinson tuvo para los jugadores afro-estadounidenses, la tuvo Roberto Clemente para los latinoamericanos», afirmó. «Creo que rompió las barreras y allanó el camino para todos nosotros, dominicanos, puertorriqueños, mexicanos, todos. Siento que deberíamos agradecérselo y que todos deberían usar su número en la espalda algún día».
Clemente falleció el 31 de diciembre de 1972, al caer el avión en el que se dirigía a entregar ayuda para las víctimas de un terremoto en Managua.
El éxito de Correa durante la campaña anterior ayudó a que los Astros llegaran a los playoffs por primera ocasión desde 2005. Estableció un récord de la franquicia, de más jonrones por parte de un novato, con 22, pese a que pasó el primer tercio de la temporada en las menores. Bateó para .279, con 68 impulsadas, 45 extrabases y 22 dobles.
Desde Jeff Bagwell, en 1991, ningún jugador de los Astros era elegido Novato del Año.
Muchos han comparado a Correa con Alex Rodríguez desde que se le reclutó. Con sus primeros éxitos en las mayores, las expectativas crecen. Los Astros están ansiosos por ver qué hace Correa durante su primera temporada completa en las mayores, pero no les gusta compararlo con otros.
«Tiene todos los ingredientes para causar un impacto enorme», dijo el manager A.J. Hinch.