Con otro golazo para añadir a su interminable colección y un pase filtrado que originó el segundo tanto, Lionel Messi permitió al Barcelona sumar su décima victoria seguida en la liga española, 2-1 sobre el visitante Sevilla, que le supuso también igualar un récord del Real Madrid y acercarse un poco más a la conquista del 24to campeonato de su historia.
Messi marcó a los 31 minutos de impresionante tiro libre directo, y luego pasó el balón que el uruguayo Luis Suárez alargó para la diana de la victoria de Gerard Piqué a los 48.
El sexto clasificado Sevilla había cobrado ventaja por vía de Víctor Machín «Vitolo» (20), pero nada pudo hacer para evitar la remontada del Barsa, que hilvanó su 34to partido invicto en todas las competiciones, alcanzando así la mejor marca de la historia para un equipo español, que comparte con el Madrid de la temporada 1988-89.
«Estamos jugando bien, pero los récords no valen nada. Lo único que importa son los títulos,» dijo Piqué.
A falta de 12 fechas para el final del actual campeonato, los azulgranas tienen prácticamente el título en el bolsillo, pues cuentan 66 puntos por los 58 del escolta Atlético de Madrid, que venció el sábado por 1-0 al Real Madrid, actual tercer clasificado con 54, y con perseguidores al acecho.
El cuarto Villarreal alcanzó las 52 unidades tras ganar 3-0 al nuevo colista, Levante, anteriormente en la jornada, y amenaza seriamente la posición madridista.
La undécima victoria como local del «Submarino Amarillo» en la liga se fundamentó en los goles de Leo Baptistao (12), Samu Castillejo (30), y Adrián López (48). Levante acabó con un jugador menos y los mismos 20 puntos con que arrancó la 26ta fecha.
Villarreal, que el jueves empató en 1-1 Nápoles y clasificó a octavos de final de la Liga Europa, mantiene así 11 puntos de ventaja sobre el quinto Celta de Vigo, que también ganó el sábado 1-0 en Getafe, en la pugna por la última plaza para jugar la Liga de Campeones.
La victoria significó la 13ra fecha consecutiva invicta del equipo castellonense, y la quinta seguida sin permitir un gol.
La jornada también registró la victoria del Athletic de Bilbao por 3-0 en Valencia.
Los bilbaínos, que subieron al séptimo lugar, decantaron la balanza en apenas ocho minutos, los que separaron los tantos de Sabin Merino (73), Iker Munain (77) y Aritz Aduriz (80). El Valencia, con el que también deben medirse por los octavos de final de la Liga Europa, vio truncada su racha de cuatro victorias seguidas y cayó al duodécimo puesto.
En el debut del técnico José González, el Granada abandonó la cola de la clasificación con una victoria a domicilio por 1-0 en cancha del Deportivo La Coruña.
El Barcelona-Sevilla cumplió con las expectativas de partido grande y arrancó a todo trapo, con los locales dando el primer aviso con un remate potente de Suárez al cuerpo de Sergio Rico.
El arquero sevillista respiró aliviado en pelotazos consecutivos a la madera del cuadro azulgrana, el primero un tiro de esquina malicioso de Messi que desvió al poste Jorge Andujar «Coke»; y el segundo con un rechace engatillado por Suárez al travesaño.
Sin embargo, fueron los sevillistas quienes celebraron gol primero en una jugada aparentemente inocua, con saque de banda en el mediocampo y profundización a Michael Krohn-Dehli, dejada a Benoit Trémoulinas y cruce del francés para que Vitolo empalmara a la red.
La volea agarró al chileno Claudio Bravo a contrapié y también retrató a la defensa barcelonista, despistada y lenta.
Pero el Barcelona no tardó en arreglar el desaguisado con el de siempre: Messi.
Le ayudó Suárez en su rol de ariete, forzando un tiro libre al límite del área que parecía mejor perfilado para la diestra de Neymar, pero que el astro argentino convirtió en nueva obra de arte, combando con la zurda al rincón menos pensado: el más cercano a Rico.
«Messi mete todas las faltas que quiere, por eso es el mejor del mundo. Parece que nos tiene tomada la medida. Los tres de arriba son muy buenos», reconoció Vitolo.
El portero sí acertó a repeler otro tiro raso de la «Pulga» a servicio de Arda Turan, y ambos contendientes alcanzaron el descanso en tablas, aunque el viento parecía soplar ya del lado del Barsa.
Sevilla salió de la caseta con la firme propuesta de evitar la tormenta, pero no le alcanzó paraguayas para evitar el primer chaparrón, precipitado por el talento de Suárez y Messi. Tras un tiro de Neymar tapado por Rico, la segunda jugada del tiro de esquina resultante acabó con balón picado por el uruguayo al argentino, quien devolvió en el área para que el charrúa asistiera a su vez a Piqué, instintivo rematador en boca de gol, cual delantero de toda la vida.
El aluvión aceleró el partido, y Bravo se lució en un mano a mano con Kevin Gameiro tras precioso taco de Vicente Iborra. En el arco opuesto, Rico no quiso ser menos y sacó una mano prodigiosa ante Neymar que pareció insuflar ánimo a su equipo.
Pero no le alcanzó la gasolina al Sevilla, faltó de puntería en el área y sobrado de un Messi nuevamente decisivo para el Barsa.