Antoine Griezmann marcó de nuevo tras cinco fechas sin celebrar un gol y le dio el sábado el triunfo al Atlético de Madrid 1-0 en cancha del Real Madrid, que mantiene en la lucha por la liga española al cuadro rojiblanco y a la vez descuelga a su acérrimo rival y vecino.
El clásico capitalino se lo llevó el equipo dirigido por el argentino Diego Simeone, así como las opciones de seguir a rebufo del líder Barcelona en el campeonato, aunque a considerable distancia. El cuadro azulgrana, que recibe al Sevilla el domingo al cierre de la 26ta fecha, cuenta 63 puntos en la cima por los 58 del Atlético y 54 del Madrid.
Con 12 partidos restantes para ambos conjuntos madrileños, el título se antoja imposible para los «merengues», que sufrieron su primera derrota desde que asumiera el timón Zinedine Zidane hace nueve fechas.
El técnico francés fue victimizado por el 13er gol de torneo de su compatriota Griezmann, quien decantó algo más que la balanza a los 53 minutos, manteniendo vivo a un Atlético que venía de empatar el miércoles, 0-0 en cancha del PSV Eindhoven por la Liga de Campeones.
El Atlético exhibió de nuevo la defensa más férrea del torneo doméstico ante los aficionados del estadio Santiago Bernabéu, que no celebran un triunfo liguero en el clásico desde 2012 y despidieron al plantel «merengue» con abucheos, pidiendo incluso la dimisión del presidente Florentino Pérez.
«No hay excusas (de cansancio). El equipo tiene jerarquía suficiente para jugar contra los grandes y hoy hemos vuelto a demostrar que queremos pelear allá arriba», dijo el capitán del Atlético, Gabi Fernández. «Es muy difícil pillar al Barcelona, pero mientras sea posible seguiremos luchando por ello».
La jornada sigue a continuación con los cotejos Getafe-Celta de Vigo, Sporting de Gijón-Espanyol, Betis-Rayo Vallecano y Real Sociedad-Málaga.
Los primeros 20 minutos en Madrid fueron de tanteo, con el Atlético expectante en su cancha, buscando cualquier oportunidad de hacer sangre al contragolpe, y los locales cuidadosos con la pelota, evitando pérdidas en zonas de compromiso, pero al tiempo aletargando sus posesiones con un ritmo lento, sin posibilidad de conectar con Karim Benzema en punta de ataque.
Solo un cabezazo desviado de Raphael Varane en tiro de esquina amenazó el arco rojiblanco antes de la media hora, cuando finalmente apareció Cristiano Ronaldo, también a balón parado, para forzar la primera intervención de Jan Oblak con un tiro libre directo, muy centrado. El despeje del guardameta propició al fin una oportunidad de remate para Benzema en segunda jugada, pero el francés cruzó en exceso, y a partir de allí se estiró el Atlético.
Guardando la posición defensiva, el equipo de Simeone empezó a alargar sus ataques, mejorando en el toque y la asociación, y encontrando la inspiración de Griezmann, capaz de soltar un zurdazo envenenado que tapó de forma espectacular Keylor Navas, a mano cambiada.
El arquero costarricense estuvo también atento en un zapatazo escorado de Jorge Resurrección «Koke», después de que el volante se infiltrara en el área ante la falta de atención de la zaga madridista.
El descanso produjo el relevo del renqueante Benzema por el canterano Borja Mayoral, y una inmediata ocasión dorada para Cristiano, quien recibió solo en el área y disparó raso, junto al poste derecho de Oblak.
El público, nervioso por el resultado y el paulatino alejamiento del liderato, la tomó con el colombiano James Rodríguez, muy desacertado en sus escasas apariciones, y se armó de razones para el enfado con el tanto del Atlético.
Lo subió Griezmann en transición de manual por su simpleza: recuperaron el balón los rojiblancos, condujo el francés y aguantó hasta la apertura a Filipe Luis, quien devolvió para la definición rasa, esquinada e inalcanzable para Navas.
Zidane reaccionó cambiando a James por Lucas Vázquez, pero el mediocampo era del Atlético gracias al enorme trabajo táctico de Saúl Ñiguez y el argentino Augusto Fernández después de un mes lesionado, mientras el Madrid no encontraba el hilo, enredado con la pelota en zonas de mínima influencia.
Navas mantuvo al cuadro local a distancia con otra excelente intervención en intento de globo de Ñiguez, pero Cristiano volvió a perdonar un remate franco, cuando cabeceó un cruce de Dani Carvajal a manos de Oblak.
Dolorido, Fernández dejo su lugar a otro compatriota como Matías Kranevitter, y el Atlético gobernó con solvencia el tramo final, apenas alterado por un zurdazo en carrera de Danilo, casi tan desviado como las opciones del Madrid en lo que queda de liga.