La Federación Holandesa de Fútbol confirmó que por primera vez se intentó amañar un partido de la Eredivisie, la liga de primera división del país.
La KNVB (las siglas en holandés de la federación) reveló el lunes que su Unidad de Integridad estableció que el volante Ibrahim Kargbo, del Willem II Tilburg, tramó con Wilson Raj Perumal, un ciudadano de Singapur que arregla partidos, que Willem II perdiera ante Utrecht el 9 de agosto de 2009.
«El fútbol holandés…. como uno de los últimos en Europa ha perdido su inocencia», declaró Gijs de Jong, el director de operaciones de la federación.
Los investigadores encontraron que los intercambios de correos electrónicos entre Kargbo y Perumal establecieron que Kargbo y otros dos jugadores de Willem II recibirían 25.000 euros (28.000 dólares) si su equipo perdía por más de un gol. Utrecht ganó el partido por 1-0.
La KNVB mencionó que los corres electrónicos de Kargbo indica que el capitán del equipo y otro jugador colaboraron en el amañamiento pero la federación señaló que no tenía pruebas suficientes para vincular al capitán con el arreglo del partido y no pudo conseguir la identidad del tercer jugador.
«Esta es una noticia nefasta para el equipo y en particular para los entrenadores, jugadores y empleados de Willem II en esa fecha», dijo el director deportivo del club Berry van Gool.
Kargbo, ex capitán de la selección nacional de Sierra Leona, ya no juega en Holanda y no pudo ser contactado para obtener reacciones.
La investigación holandesa no es la primera que salpica su nombre en un caso de arreglo de partidos.
En 2014, Kargbo estuvo dentro del grupo de cuatro jugadores de la selección y 11 funcionarios que fueron suspendidos por las autoridades de Sierra Leona por presuntamente intentar amañar el resultado de un partido de las eliminatorias de la Copa del Mundo. El caso se refirió al partido de junio de 2008 contra Sudáfrica que acabó con un empate 0-0.
Perumal fue sindicado y encontrado culpable por arreglo de partidos, y ha testificado contra varios de sus ex socios en su natal Singapur. No respondió de inmediato a un correo electrónico en el que se le pidió una reacción sobre el caso en Holanda.