Lionel Messi atrajo la atención del fútbol mundial cuando en vez de patear un penal al arco rival desplazó la pelota a un costado para permitir que su colega Luis Suárez entrara como una tromba y anotara contra Celta de Vigo en un partido de la Liga Española.
La jugada dividió las opiniones, ya que mientras algunos se asombraron, se divirtieron y la consideraron parte del espectáculo del fútbol, otros la consideraron una falta de respeto para el adversario.
«No me parece una falta de respeto», afirmó el volante barcelonés Andrés Iniesta. «Es inusual, pero puede hacerse así. Siempre hemos respetado a nuestros rivales y a los adversarios. No creo que debiera haber un debate sobre esto».
La jugada ocurrió cuando Barcelona vencía el domingo por 3-1 en el Camp Nou, y finalmente se impuso 6-1.
«Me fastidié porque anotaron y no por el modo en que lo hicieron», comentó el defensor argentino Gustavo Cabral del Celta.
El técnico del Celta, el argentino Eduardo Berizzo, afirmó que fue un modo «diferente» de cobrar el penal, «nada más».
Por su parte el técnico de Barcelona, Luis Enrique, admitió que a algunos puede no agradarles la jugada, «pero es legal». Agregó que sus jugadores siempre piensan en el espectáculo y no solo en ganar partidos y títulos.
«Yo no lo hubiera hecho así porque pisaría la pelota y me caería», dijo Enrique, exvolante del Barcelona.
A los aficionados locales por cierto les encantó, y la imagen de la jugada se multiplicó vertiginosamente en las redes sociales. Provocó titulares en todo el mundo el lunes, y Barcelona dijo que lanzó una campaña en Twitter, Facebook e Instagram para bautizar el penal de Messi.
La jugada se popularizó cuando Johan Cruyff la ejecutó con éxito jugando para el Ajax en 1982. Muchos dijeron que Messi rendía homenaje al que también fue ídolo del Barcelona. «Yo no creo que Messi tratara de copiar a nadie», opinó Iniesta.
Los jugadores de Arsenal la intentaron en un partido contra Manchester City en 2005, pero Robert Pires no fue capaz de pasar a tiempo la pelota a Thierry Henry y Arsenal no pudo anotar.
Neymar admitió que Barcelona había practicado la jugada, pero que originalmente estaba destinada a que él anotara. «Esa jugada había sido ensayada y se suponía que fuera para mí», afirmó el brasileño. «Pero lo más importante es que la jugada funcionó».
Al entregar la pelota a su compañero, Messi perdió la oportunidad de anotar su gol número 300 en la Liga Española. En cambio permitió que el delantero uruguayo convirtiera su gol liguero número 23, que lo pone a la cabeza de los goleadores de la Liga. En el encuentro ya había anotado otros dos.
No es probable que se cuente como un penal fallado por Messi. La Liga Española dijo que la situación no estaba prevista en las reglas de la liga, pero decidió registrarla como una asistencia para Messi en su portal.
No hay nada ilegal acerca de pasar la pelota a un compañero al ejecutar un penal, pero las repeticiones mostraron que Suárez pareció haber ingresado en el área antes de que Messi tocara la pelota, lo que invalidaría la jugada. Pero un jugador de Celta también pareció invadir el área prematuramente, y en ese caso el árbitro pudo haber ordenado repetir la ejecución del penal.
Según las reglas del fútbol, para que la jugada sea legal la pelota debe moverse hacia adelante y que ningún jugador aparte del ejecutante y el arquero rival entre en el área grande antes de que la pelota sea tocada por primera vez. El ejecutante no puede tocar la pelota por segunda vez antes de que la toque otro.
«Leo siempre inventa algo», comentó su compañero Jordi Alba. «Salió bien».