Con 20.000 fans animando, Kobe Bryant y LeBron James se abrazaron y parecían estar en su propio mundo.
«Hubo mucho respeto mutuo», dijo James sobre su gesto. «A veces hay cosas que se saben que no es necesario decir».
Las dos superestrellas compartieron la cancha de Cleveland por última vez el miércoles y los Cavaliers, que jugaron toda la segunda parte sin Kevin Love por lesión, aplastaron a los Lakers de Los Ángeles por 120-111 en su último partido antes del parón por el Juego de las Estrellas.
Kyrie Irving tuvo su mejor producción de la campaña con 35 unidades y LeBron James aportó otras 29 para Cleveland, que temieron una lesión grave de Love en el hombro izquierdo que ya le hizo pasar por el quirófano el año pasado. Sin embargo, tras el encuentro el propio jugador aclaró que era solo un «pinchazo» y que no estará de baja.
Bryant finalizó con 17 tantos en su última actuación en Cleveland, donde parte de la afición coreó cada uno de sus movimientos y su nombre durante la noche.
Para James, en esta época no hay un jugador que pueda igualar a Bryant.
«Su naturaleza competitiva», dijo James cuando le preguntaron qué era lo que más admiraba de su rival. «Muchos pueden ser más grandes, altos o saltar más, pero hay algo dentro de ti que te lleva a ese nivel».
Lou Williams, con 28 puntos, encabezó a los Lakers, que han perdido 13 de sus últimos 15 juegos.
Por los Cavaliers, el brasileño Anderson Varejao terminó con ocho puntos y seis rebotes en 19 minutos.
Los Cavaliers se llevaron un susto al final del segundo cuarto cuando Love dejó la cancha tras una jugada en el poste bajo contra Bryant.
«En ese momento no sabía realmente qué era», dijo Love. «Es como cuando te golpeas el codo, es un dolor punzante. Sentí como si fuego bajase por mi brazo. Es solo un pinchazo».