Con goles del uruguayo José Giménez, y los canteranos Saúl Ñiguez y Fernando Torres, el Atlético de Madrid remontó el sábado un marcador adverso para imponerse 3-1 al visitante Eibar, puso fin a una racha de cuatro partidos sin ganar en todas las competiciones, y se emparejó transitoriamente con el Barcelona en el liderato de la liga española, ambos con 51 puntos.
El cuadro azulgrana, que visita el domingo al Levante por la 23ra fecha, es líder por mejor balance goleador y tiene también un partido pendiente correspondiente a la 16ta fecha contra el Sporting de Gijón.
El Real Madrid, tercero con 47 unidades, cerrará la programación dominical en cancha del Granada.
Pese a las numerosas bajas tras perder la semana anterior 2-1 en cancha del Barsa, el Atlético se sobrepuso a la adversidad incrementada que supuso el gol abridor del Eibar, obra de Sergio Gontán «Keko» a los 46 minutos. El equipo del argentino Diego Simeone no echó de menos al colombiano Jackson Martínez, emigrado a la liga china, y recurrió a la estrategia para voltear el marcador con el primer tanto del campeonato de Giménez (56) y el segundo de Ñiguez (63). El tercero, logrado en los descuentos, fue también el gol cien de Torres con la entidad madrileña y vino a cerrar una sequía de 30 partidos sin marcar.
«Estar con los grandes goleadores del club es un premio después de muchos años de debutar y estar también apoyando en la grada», declaró Torres, esperanzado en la conquista del campeonato. «La imagen es de un equipo que se sobrepone. Estamos en la pelea por la liga. Este año tiene que terminar con un título y este es el camino».
El conjunto armero, por su parte, clasifica octavo con 33 puntos e hilvanó su cuarto choque sin triunfo.
La jornada sabatina se completa a continuación con los cruces Rayo Vallecano-Las Palmas, Athletic de Bilbao-Villarreal y Sporting de Gijón-Deportivo La Coruña.
El Atlético no acusó las bajas en defensa en la primera mitad, en que el arquero Jan Oblak estuvo prácticamente inédito por la falta de llegadas del Eibar, poco fluido en ataque, sin apenas espacios en el mediocampo para poder generar balones aprovechables al ariete Sergi Enrich.
Pero tampoco el equipo de Simeone lograba hilvanar tres pases seguidos en cancha opuesta. Sin pausa en la media ni envergadura arriba para pelear balones aéreos, los rojiblancos fracasaban en sus intentos por sorprender a la zaga armera, y solo las aventuras individuales del argentino Angel Correa amenazaban con desequilibrar.
Una jugada atropellada del Atlético, con pelotazo de Jesús Gámez a Antoine Griezmann, quien empalmó por encima del travesaño, significó el único bagaje ofensivo de ambos equipos previo al descanso, que sirvió para tomar respiro y esclarecer conceptos como la presión avanzada del Eibar.
El empeño en la recuperación cerca del área rojiblanca permitió a los visitantes cobrar ventaja tras forzar una pérdida de balón de Ñiguez, improvisado central, y que derivó en disparo a la red del ex atlético «Keko», superando por la derecha a Oblak.
Era solo el sexto tanto liguero encajado en su estadio para el equipo de Simeone, que reaccionó a lo campeón y gracias a uno de sus recursos más característicos: las acciones a balón parado.
Avisó Correa con un cabezazo que salvó con apuros Asier Rieso, incapaz de detener el siguiente arribo de Giménez, poderoso rematador de un tiro de esquina desde el primer poste.
La igualada del uruguayo provocó el rugido de la grada y el impulso definitivo del Atlético, que subió el segundo desde el ángulo opuesto, con nuevo servicio de Jorge Resurrección «Koke» y testarazo redentor de Ñiguez.
Finalmente liberados, los jugadores locales buscaron el tercero y casi lo encontraron en una carrera con comba ajustada de Yannick Carrasco y otro zapatazo lejano de Torres, ingresado desde la banca. El «Niño» tuvo que esperar a los descuentos para celebrar su diana centenaria, servida por el argentino Luciano Vietto, también suplente.