En otro movimiento para armar un roster más joven y balancear el orden ofensivo, los Yanquis de Nueva York adquirieron al infielder dominicano Starlin Castro, en un canje con los Cachorros de Chicago, a cambio del lanzador Adam Warren y de un jugador por definir.
Castro, de 25 años, bateó para .265, con 11 jonrones y 69 impulsadas la temporada anterior. Ha jugado principalmente como torpedero, pero se mudó a la intermedia a mediados de agosto para darle espacio al novato Addison Russell.
«Fue un jugador distinto en la segunda», comentó el gerente general de los Yanquis Brian Cashman.
Castro consideró que se acostumbró rápido a su nueva posición.
«Me sentí un poco raro en los dos primeros partidos que jugué allí», comentó el miércoles. «Después de jugar tres o cuatro partidos, creo que me sentí bastante bien».
Metido en una mala racha, Castro fue enviado a la banca por una semana por el manager de los Cachorros Joe Maddon, pero a partir del 14 de agosto bateó .353 y ayudó al equipo a clasificarse a los playoffs. El dominicano indicó que su familia le dijo que «confiera en mi talento».
«Fue un momento realmente difícil para mí», recordó. «Ese momento me hizo crecer».
Durante los últimos 12 meses, los Yanquis también adquirieron a Didi Gregorius (25), Dustin Ackley (26) y Aaron Hicks (26). En busca de su primer campeonato de la Serie Mundial desde 2009, los Yanquis quedaron fuera de los playoffs en dos años sucesivos hasta que sucumbieron contra Houston en el juego de comodines de esta temporada.
«No ha sido ni es parte de nuestro ADN aceptar un compromiso total a una reconstrucción», dijo Cashman. «Creo que lo que aceptan los dueños es andar por esa cuerda floja, en vez de comenzar de cero para dar pelea más adelante. El objetivo que es público es tener un equipo más joven y competir cada año».
Poco antes, los Cachorros pactaron un contrato de 56 millones de dólares Ben Zobrist, quien se perfilaría como el nuevo segunda base. Nueva York había tenido interés en concretar un canje por Castro desde mediados del año pasado.
Castro, quien reside cerca del complejo de pretemporada de los Yanquis en Tampa, Florida, tiene un contrato que le garantiza 38 millones hasta 2019, más una opción del club hasta 2020.
El dominicano bateó para .300 como novato en 2010 y lideró la Nacional con 207 hits al año siguiente. Pero apenas bateó para .265 en las últimas tres temporadas, con los Cachorros inmersos en un remozamiento de su nómina.
«De repente se encontró como el tercer bate. Lo más probable es que sintió con más presión y se apartó de su forma habitual», declaró el asesor especial de los Yanquis Jim Hendry, el exgerente general de los Cachorros.
Warren, de 28 años, tuvo un récord de 7-7 y una efectividad de 3,29 la temporada anterior. Cumplió con 17 aperturas y lanzó en 43 juegos.
Se cree que el jugador por nombrado es el torpedero Brendan Ryan.
Tras el cambio, los Yanquis quedan con siete cartas para su rotación abridora: Masahiro Tanaka, Luis Severino, CC Sabathia, Michael Pineda, Nathan Eovaldi, Iván Nova y Bryan Mitchell.
Nueva York ha tanteado un canje con Miami por el as cubano Jose Fernández, pero los Yanquis se resisten a desprenderse del dominicano Severino o de otros de sus mejores prospectos, como Greg Bird y Aaron Judge.
«Tener un equipo más joven, más barato, si cumple con esas características, pueden asumir que lo hemos considerado», señaló Cashman. «Si es viejo y caro, entonces probablemente no estamos interesados».
Nueva York no gastó en agentes libres de primera línea, como el pitcher Zack Greinke, debido al costo del impuesto de lujo.
«Cualquier cifra que tenga cualquiera de estos contratos, de 200 millones o lo que sea, habría que agregarle 50 por ciento por tratarse de nosotros», dijo Cashman, en referencia a la penalidad que los equipos deben pagar al pasarse del tope salarial.
NASHVILLE, Tennessee, EE.UU. (AP)